Empresas Premium
Se trata de una herramienta tecnológica dedicada a la terapia no farmacológica de CleceVitam Ponent que desempeña un papel complementario importante en la atención personalizada.
Conscientes de que la innovación social y tecnológica marcan el futuro de la atención personalizada, CleceVitam Ponent, la residencia para personas mayores de CleceVitam, en Lleida, dispone de un robot con inteligencia artificial (IA) en forma de foca dedicado a la terapia no farmacológica. Bajo el nombre de Foca Nuka, la herramienta contribuye a la mejora social y cognitiva de los usuarios.
Gracias a su configuración, la Nuka tiene un alto grado de realismo: cuenta con sensores táctiles, de temperatura y de movimiento que le permiten mover los ojos, las aletas, los bigotes e incluso reproducir sonidos de foca reales. Además, tiene diferentes micrófonos que detectan la voz y le ayudan a responder cuando alguien busca su atención.
Los niveles tan elevados de automatización contribuyen a que la herramienta actúe de manera independiente, saludando a los usuarios y usuarias, jugando con ellos e incluso realizando actividades físicas juntos. Por ejemplo, practican una especie de yoga en el que abrazan y mueven el animal a través del espacio.
Todo esto es esencial para incrementar los niveles de socialización de los residentes, especialmente en aquellos que padecen trastornos conductuales y alteraciones en el estado de ánimo. Así lo explica Ricardo Saavedra, psicólogo de CleceVitam Ponent, "la foca Nuka es una de las herramientas más innovadoras para ayudar a las personas usuarias que tienen ciertos trastornos mentales a disminuir sus niveles de estrés y agitación, así como reducir los síntomas depresivos e incrementar su estado de relajación", explica.
Estos beneficios también se ven reflejados significativamente en aquellos residentes que padecen un deterioro grave de sus capacidades cognitivas: "La demencia es un proceso degenerativo que, si bien no se puede curar, sí se puede tratar. En esta tarea nos ayuda la foca Nuka. El hecho de que sea un robot a disposición de los usuarios despierta su interés, les permite experimentar, disfrutar, socializar y que su grado de participación en actividades normalizadas sea más alto. Esto, sumado a sus efectos positivos hacia los síntomas neuropsiquiátricos, contribuye a mejorar su día a día", comparte Ricardo.
Con todo, la Nuka repercute en la calidad de vida y refuerza el sentimiento de comunidad entre los usuarios y usuarias. Por eso, es un ejemplo más de cómo la IA y la robótica han abierto la puerta a una serie de aplicaciones en la atención integral a las personas mayores.