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Desde hace unas semanas Julia, Natividad, Teresa y Nieves llevan un reloj inteligente que controla sus constantes vitales. Cuentan con un botón de SOS en sus casas, además de otros sensores y dispositivos que envían una alerta a los centros Tercera Actividad que la Fundación Santa María la Real gestiona en Aguilar de Campoo y León, en caso de detectar algún problema.
“Nuestro reto es desarrollar la tecnología necesaria para facilitar la vida a personas vulnerables o dependientes que viven solas”, explican los promotores de la iniciativa. Es el caso de Natividad, Nieves, Julia y Teresa.
¿Por qué ellas? El proyecto da continuidad a una primera fase de estudio, que se llevó a cabo hace unos meses y que sirvió para detectar 14 posibles pilotos en las provincias de León y Palencia. Finalmente, se seleccionaron estos cuatro, “porque responden muy bien a los problemas más comunes”. Nieves vive en Barruelo de Santullán, en la provincia de Palencia; mientras que Nati, Teresa y Julia, residen respectivamente en Villalboñe, Villacil y Villafeliz de la Sobarriba, pedanías todas ellas del municipio de Valdelfresno en León.
Todas han visto cómo los técnicos del proyecto acudían a sus casas, primero para medir, estudiar y analizar su entorno y, posteriormente, para colocar sensores de seguridad, capaces, por ejemplo, de detectar humo, monóxido de carbono o alertar ante una inundación, un exceso de temperatura o humedad en el ambiente. Además, cuentan con un botón de llamada SOS y todas llevan en su muñeca un reloj inteligente que va midiendo sus constantes vitales. Por si esto fuera poco, todas tienen a su disposición una tableta, facilitada por IDES y conectada al programa GRADIOR, que les permite realizar a diario ejercicios de estimulación cognitiva.
Para que la tecnología tenga sentido, los datos se almacenan y procesan en una plataforma desarrollada por BLUE Connecting Emotions y a ella tiene acceso el equipo de los centros Tercera Actividad de la Fundación Santa María la Real, especializado en cuidado de personas mayores y/o dependientes.
“Si algún parámetro se descontrola o se detecta, por ejemplo, un riesgo de incendio, recibiríamos una alerta y nuestro equipo podría actuar de forma inmediata para socorrer a la persona que está sola”, explica Marta Prieto, responsable de desarrollo de la entidad, quien aclara que “aunque se trata tan solo de una prueba, la tecnología desarrollada podría facilitar y mucho, nuestro trabajo y aportar mayor seguridad a personas dependientes que viven solas”. En realidad, Nati, Tere, Julia y Nieves, apenas son conscientes aún de lo que su aportación podrá suponer en un futuro y de lo mucho que podrán ayudar a otras personas en similares circunstancias.
Es parte del proyecto “Te Cuido Labs”, coordinado por el Clúster SIVI y en el que participan también el Clúster Hábitat y Construcción Eficiente AEICE, la propia Fundación, IDES y la empresa BLUE Connecting Emotions.