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XVI Seminario de Periodistas ‘Curar y cuidar en Oncología’ de MSD-SEOM subraya la relevancia de la colaboración entre los servicios de Atención Primaria y Especializada para garantizar un abordaje integral para los largos supervivientes.
Profesionales sanitarios expertos en cáncer y representantes de pacientes reunidos en el XVI Seminario Periodistas ‘Curar y cuidar en Oncología’, organizado un año más por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la compañía biomédica MSD, han destacado la necesidad de mejorar la calidad de vida y garantizar la reincorporación social y laboral de los largos supervivientes de cáncer a través de la revisión de los protocolos sanitarios.
Bajo el título ‘Presente y futuro del paciente largo superviviente de cáncer: Descubriendo nuevos horizontes para el abordaje de sus necesidades clínicas y sociales’, los expertos han analizado la situación de los largos supervivientes. “En el momento actual el concepto de largo superviviente ha sufrido un cambio respecto a lo que hasta ahora considerábamos en Oncología. No existe un concepto tan rígido, entendemos que es un proceso continuo en el que hay supervivientes tempranos, otros que están en transición después de haber finalizado el tratamiento y, además, están los largos supervivientes, que generalmente consideramos a partir de los cinco años libres de enfermedad”, ha detallado el Dr. César A. Rodríguez, presidente de SEOM.
Además, añade, “hay que tener en cuenta otro tipo de largo superviviente no curado y con enfermedad avanzada que puede permanecer períodos muy largos de tiempo con buen control de la enfermedad y excelente calidad de vida y que, al igual que el resto, tiene una serie de necesidades que requieren ser abordadas de manera eficaz”.
Se calcula, tal y como ha informado la Dra. Ruth Vera, coordinadora del Grupo SEOM de Largos Supervivientes de Cáncer, que en España hay unos dos millones de personas consideradas largas supervivientes, si bien ha reconocido la necesidad de que se lleven a cabo estudios que permitan identificar y cuantificar exactamente cuántas hay.
Actualmente, el tumor que más número de largos supervivientes tiene es el de mama debido, según ha explicado la Dra. Vera, a que este cáncer fue el primero en el que se incorporaron los programas de screening y del que más estrategias de seguimiento se han realizado.
Es en este ámbito en el que el abordaje multidisciplinar incluyendo a los médicos de Atención Primaria tiene un papel esencial. “La asistencia a los largos supervivientes es un trabajo que no puede ser realizado sólo desde un especialista o un hospital, sino que implica a diferentes profesionales, tanto médicos como enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales, así como diversos niveles asistenciales como Atención Primaria o Especializada”, ha añadido la doctora Vera.
En la misma línea, Pedro Ferrer, responsable médico del Área de cáncer de mama y tumores ginecológicos de MSD en España, ha indicado que “los pacientes necesitan un enfoque integral y multidisciplinar para abordar las necesidades que puedan tener a largo plazo, así como un seguimiento sanitario continuo”, y ha señalado el “compromiso de la compañía para investigar y desarrollar soluciones terapéuticas que permitan aumentar las tasas de supervivencia a largo plazo y la calidad de vida de los pacientes”.
“La gestión compartida es el modelo ideal de asistencia a los largos supervivientes de cáncer. Además, esta gestión debería ser secuencial en las diferentes etapas evolutivas de la enfermedad, desde el diagnóstico y tratamiento hasta la fase de seguimiento, de manera que el peso de la atención recaerá en mayor o menor medida en Atención Primaria u Hospitalaria en función de la fase en la que se encuentre el paciente, de las prioridades y/o necesidades de asistencia en cada momento”, ha comentado la Dra. Rosario Vidal, oncóloga médico del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.
En este sentido, la doctora Vidal ha explicado el modelo de atención a los pacientes largos supervivientes de cáncer implantado en su hospital que, en base a las recomendaciones de SEOM, garantiza la gestión compartida entre los servicios de Oncología Médica y Atención Primaria con especialistas de otras áreas médicas implicados en el seguimiento a largo plazo de estos pacientes y sus necesidades sanitarias.
“La coordinación entre niveles y diferentes agentes sociales es la base para la mejor atención y cuidados en salud de todas las personas que lo necesitan en cualquier momento de su vida, y, sobre todo el paciente largo superviviente”, ha añadido la Dra. Yolanda Ginés, miembro del Grupo de Trabajo de Cáncer de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), quien ha sugerido la posibilidad de que en Atención Primaria exista un sistema de conexión directa con el médico responsable hospitalario y el oncólogo de referencia. En la misma línea, la Dra. Ginés ha subrayado la importancia de la colaboración con la Administración y los demás agentes del entorno sociosanitario para contar con el conocimiento y los recursos adecuados para desarrollar y coordinar estas iniciativas.
Y es que, según han ido desgranando los diversos expertos, las personas consideradas largas supervivientes de cáncer tienen diversas necesidades médicas y psicosociales que deben ser atendidas y abordadas de forma eficaz para garantizar una adecuada calidad de vida. En concreto, desde el punto de vista médico, los tratamientos oncológicos pueden provocarles diversas toxicidades y efectos secundarios como síndrome metabólico, problemas cardiovasculares, hipertensión, osteoporosis u obesidad.
“Algunas toxicidades crónicas implican que el paciente mantenga síntomas permanentes que le impidan desempeñar una vida completamente normal (y/o similar a la previa que tenía) una vez finalizado el tratamiento oncológico, e incluso la toma de algún tratamiento para ese efecto secundario de forma crónica”, ha indicado la Dra. Elena Brozos, oncóloga médico del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña (CHUAC).
Asimismo, desde el punto de vista psicosocial, los largos supervivientes de cáncer pueden sufrir problemas de autoestima, sexualidad e, incluso, de fertilidad. Por ello, la Dra. Brozos ha subrayado la importancia de formar a todo el personal sanitario, así como a los propios pacientes, para que conozcan las toxicidades y problemas psicosociales que pueden aparecer.
“Las necesidades de un largo superviviente de cáncer, sobre todo si ha sido diagnosticado en edad temprana, son muy amplias y afectan tanto a nivel orgánico como psicosocial y neurocognitivo. Se trata de una losa que van a tener que arrastrar durante bastantes años y que lamentablemente el sistema sanitario no tiene adecuadamente cubierta, habiendo una gran carencia de protocolos de asistencia a este colectivo”, ha detallado el Dr. J. Alejandro Pérez-Fidalgo, oncólogo médico del Hospital Clínico Universitario de Valencia e investigador del Incliva.
En este sentido, la Dra. Vidal añade que, para poder implantar en un centro hospitalario un modelo asistencial eficaz para los largos supervivientes, se deben cumplir una serie de requisitos. Entre estas características destacan garantizar una adecuada comunicación entre los niveles asistenciales; establecer y definir la población objeto del plan asistencial; crear la figura del ‘oncólogo de enlace’ para la coordinación y organización del modelo; y favorecer la formación continua de los profesionales sanitarios así como la información que se facilita a los pacientes.
Por otro lado, durante el encuentro se ha mencionado el olvido oncológico, un derecho recogido en el Real Decreto 5/2023, aprobado el pasado 28 de junio de 2023, que ha supuesto, tal y como ha asegurado la Dra. Brozos, un reconocimiento a una situación de “injusticia social” que impedía a los largos supervivientes de cáncer desempeñar una vida normal.
“Ha sido una medida de apoyo a este colectivo para lograr objetivos personales y sociales que les permitan desempeñar una vida más plena tras haber superado la enfermedad. Los largos supervivientes tienen que afrontar el desempeño de roles previamente perdidos en el diagnóstico del cáncer, y el Real Decreto les ha ayudado a alcanzar muchas metas como, por ejemplo, la independencia económica o acceder a una vivienda en propiedad”, ha explicado la Dra. Elena Brozos.
Del mismo modo se ha pronunciado el doctor Pérez-Fidalgo quien ha añadido que este derecho se ha hecho efectivo gracias a la evidencia científica que hay en torno a los largos supervivientes y al hecho de que, según el estadio del tumor, la edad de diagnóstico y el tiempo que pasa sin enfermedad, la probabilidad de padecer cáncer baja a niveles casi idénticos a los de la población general.
“Tenemos mucha evidencia científica de que algunos tumores tienen una probabilidad ínfima de recaída cuando se lleva años en los que no se detecta la enfermedad. Por ello, la aprobación del derecho al olvido oncológico era imprescindible para muchas personas largas supervivientes de cáncer”, ha enfatizado.
Además, Natalia Díaz Santín, paciente larga superviviente de cáncer y miembro de la Asociación de familias con síndrome de Lynch (AFALynch), ha destacado de la laguna legal que hay en torno a las personas portadoras de una mutación genética porque, aunque hayan padecido un cáncer (o más), puede que nunca más vuelvan a padecer uno, por lo que ha pedido que se les incluya a la hora de garantizar el derecho al olvido oncológico.
Por otro lado, ha subrayado el papel clave del lenguaje en torno a los largos supervivientes, “romantizar algunos aspectos que rodean la enfermedad, no nos suele ayudar”, ha apuntado, “hay que normalizar el uso del lenguaje, y explicar la realidad, con sus luces y sombras”, ha comentado.
Finalmente, Clara Rosàs, gerente de la Federació Catalana Entitats contra el Càncer (FECEC) y representante de la Association of European Cancer Leagues, ha explicado que para la reintegración laboral de los largos supervivientes, es necesario observar “las posibles secuelas a corto y medio plazo de los tratamientos, la necesidad de acuerdos laborales que permitan una flexibilidad en la reincorporación en el trabajo, o el estigma y los prejuicios asociados a la enfermedad”. Rosàs también ha subrayado la necesidad de “proporcionar guías y herramientas para gestionar el impacto del cáncer en las organizaciones acompañado de medidas para fomentar la reintegración laboral, que se puedan implementar en las pequeñas y medianas empresas”.