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Accent Social destaca el papel de las coordinadoras y los coordinadores de los Servicios de Atención Domiciliaria (SAD), concienciando así sobre su profesión y reivindicándola como salida profesional.
Las oficinas de los Servicios de Atención Domiciliaria (SAD) gestionadas por Accent Social, destacan el papel de las coordinadoras técnicas de estos servicios con el objetivo de visibilizar su profesión y reivindicarla como salida profesional.
Si bien la figura de la coordinación técnica es una opción menos conocida dentro del sector de la atención domiciliaria, es esencial en la relación entre los usuarios mayores, con dependencia o discapacidad y los trabajadores familiares. A través de ellos, aquellas personas que tienen limitada la autonomía para realizar las actividades básicas de la vida diaria y que requieren atención, son comprendidas y abordadas correctamente. La coordinación permite escucharlas, identificar sus inquietudes y actuar en consecuencia, satisfaciendo las necesidades de manera personalizada y profesional.
Esto requiere una serie de visitas y llamadas, previas y de seguimiento, que precisan el contacto humano y una relación de confianza que, según Montserrat Olaria, coordinadora técnica del SAD de Barberà del Vallès, gestionado por Accent Social, son esenciales: “El trato con las personas usuarias y con las trabajadoras que tengo a cargo es imprescindible y me lo tomo con mucha seriedad. Cada persona es diferente y tiene unas necesidades específicas, y para poder atenderlos cómo se merecen, tenemos que ser tan empáticas como sea posible para entender aquello que están viviendo y poder ayudarlos de la mejor manera posible”, comparte.
Coincide Claudia Feijoo, coordinadora técnica del SAD del Vallès Oriental, también bajo la gestión de Accent Social, quien añade que “conocer la persona usuaria y su familia, así como su domicilio y su entorno, nos da mucha información y nos permite prestarle un mejor servicio”.
El papel del coordinador también implica coordinarse constantemente con los servicios sociales municipales para atender a todas las personas beneficiarias e informarlas de cualquier necesidad o incidencia. Así mismo, tienen que acompañar el equipo de profesionales de atención a domicilio en el despliegue del modelo de Atención Integral Centrada en la Persona (AICP) que implementa Accent Social. En este sentido, Feijoo señala que “las trabajadoras familiares son nuestros ojos en los domicilios, y a través de ellas sabemos cómo están las personas usuarias y como está contribuyendo la atención que les prestamos”.
De este “juego a tres bandas”, dicen Feijoo y Olaria, “dependerá la excelencia de la atención”. Y es que la relación entre las coordinadoras, los servicios sociales, las trabajadoras familiares y las personas usuarias desemboca en un plan de trabajo en el cual se abordan las cuestiones que hay que trabajar con las personas usuarias, los días que se prestará el servicio, y las tareas que realizará la profesional de atención domiciliaria, entre otros.
Por ello, Accent Social quiere para abogar por su reconocimiento como profesionales clave en la atención, valorando su papel en la sociedad y su compromiso con el bienestar de los usuarios de los SAD.