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En España, alrededor de tres millones de personas conviven con enfermedades raras o se encuentran en la búsqueda de un diagnóstico. Sólo el 20% de las más de 6.300 enfermedades raras identificadas en Europa están siendo investigadas actualmente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay definidas más de 7.000 enfermedades raras o poco frecuentes que afectan hasta el siete por ciento de la población mundial. Estas se caracterizan por una baja prevalencia en la población: afectan a menos de cinco de cada 10.000 personas. La Federación Española de Enfermedades Raras (Feder) calcula que, en España, alrededor de tres millones de personas conviven con enfermedades raras o se encuentran en la búsqueda de un diagnóstico.
Sólo el 20% de las más de 6.313 enfermedades raras identificadas en Europa están siendo investigadas actualmente. Se suma la problemática derivada de las diferentes vías para lograr un diagnóstico como los cribados neonatales cuya aplicación varía tanto a nivel europeo (en la actualidad cubren un mínimo de siete patologías) como a nivel estatal (en algunas comunidades autónomas se superan las 40). A estos cribados se suman otros métodos de diagnóstico como las pruebas genéticas.
Recientemente, el Ministerio de Sanidad ha presentado su nuevo Catálogo de Pruebas Genéticas que supone un paso importante en términos de acceso temprano al diagnóstico, junto con el reciente anuncio del reconocimiento de la especialidad de genética.
El 43% de las personas que padecen una enfermedad rara no dispone de tratamiento y, en caso de tenerlo, no es el adecuado. Feder denuncia que más del 30% de las personas que viven con enfermedades raras han experimentado retraso en el diagnóstico, lo que ha supuesto un agravamiento de su enfermedad. Además, el 29% no recibe ningún tipo de apoyo o tratamiento y hasta el 18% no habría recibido un tratamiento adecuado a su enfermedad.
Ante este preocupante escenario la biotecnología está ofreciendo respuestas en áreas con necesidades clínicas no resueltas como son el diagnóstico y el tratamiento. La ingeniería genética, especialmente en el campo de la farmacología, está logrando avances significativos. En los últimos años las terapias avanzadas están ofreciendo respuestas, como es el caso de la terapia tisular y la enfermedad de la piel de mariposa.
La biotecnología ha transformado en las últimas décadas el descubrimiento de nuevos fármacos con más de 300 medicamentos biotecnológicos aprobados, para alrededor de 250 indicaciones, y un millar de moléculas en distintas fases de investigación en todo el mundo, para encontrar nuevos principios activos terapéuticos o encontrar nuevas aplicaciones para los existentes.
“La buena noticia es que hay más conciencia y más investigación respecto a hace unos años, pero desafortunadamente para la mayoría de las enfermedades no hay aún tratamiento ni proyectos de desarrollo avanzados. Queda mucho por hacer”, denuncia Marc Martinell, CEO de Minoryx Therapecutics, compañía biotecnológica centrada en la búsqueda de nuevos tratamientos para las enfermedades raras graves con foco en las pediátricas.
Actualmente en la Unión Europea están trabajando para obtener la aprobación de comercialización de la leriglitazona (Nezglyal) para el tratamiento de la Adrenoleucodistrofia ligada al X (X-ALD). “En Estados Unidos estamos realizando una fase 3 acordada con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). Para una gran parte de la población con esta enfermedad, la leriglitazona podría ser el primer fármaco en llegar al mercado”, argumenta.
“Priorizamos enfermedades que tengan componente pediátrico. La forma cerebral de X-ALD (cALD) afecta tanto niños como adultos y es letal en tres o cuatro años”, señala. Desde Minoryx enfatizan en la imperante necesidad de comprender mejor las enfermedades raras para poder desarrollar tratamientos, reducir los tiempos de diagnóstico y mantener los esfuerzos e inversiones a largo plazo “para conseguir llevar los fármacos hasta su aprobación”, remacha Martinell.
Desde Feder destacan que España “siempre ha sido un país pionero en enfermedades raras, siendo uno de los primeros en impulsar su propia estrategia o liderando la propuesta resolución de la ONU. Sin embargo, encontramos grandes diferencias con otros países europeos en aspectos clave como la inversión en investigación, las diferentes pruebas de cribado neonatal para el acceso a diagnóstico precoz o el acceso de medicamentos huérfanos”.
El Consorcio Internacional de Investigación e Enfermedades Raras (IRDiRC) recoge los principales retos en materia de investigación a los que tienen que hacer frente las enfermedades raras. A grandes rasgos destacan promover en España el desarrollo de nuevas terapias para enfermedades raras (se ha fijado el objetivo internacional de contar con 1.000 nuevas terapias a nivel global para 2027), y apoyar el desarrollo de diagnósticos (se ha establecido como meta para el 2027 que cualquier afectado por una enfermedad rara sea diagnosticado en menos de un año).
En España la mayor parte de la financiación destinada a las enfermedades raras se focaliza y centraliza, desde un punto de vista operativo, a través del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER). Este se compone de un equipo humano formado por más de 700 profesionales e integra a 56 grupos de investigación, 20 grupos clínicos vinculados, pertenecientes a instituciones de naturaleza diversa.
“La investigación en enfermedades de baja prevalencia ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, aunque, por supuesto actualmente hay muchas necesidades pendientes de cubrir”, explica Beatriz Gómez González, Gestora de la Actividad Científica del CIBERER.
“Los retos en España, por supuesto coincidentes con los objetivos del IRDiRC, son conseguir tasas de diagnóstico más altas y tempranas, el desarrollo de medicamentos más acelerado a costes reducidos, la mejora de la atención de los pacientes y el empoderamiento de todas las partes interesadas”, expone Beatriz Gómez.
Los grupos del CIBERER investigan de manera directa o indirecta en más de 2.000 enfermedades raras o grupos de enfermedades raras, desde distintas aproximaciones, ya sean moleculares, diagnósticas o terapéuticas.
Entre los logros que se pueden destacar, por ejemplo, en el ámbito diagnóstico se puede resaltar que los investigadores del centro han descrito más de 120 nuevos genes asociados con enfermedades raras en la última década.
Además, en el ámbito de las nuevas terapias, el centro ha contribuido a la designación de 28 medicamentos huérfanos en Europa o Estados Unidos y ha patrocinado directamente 15 de estos medicamentos.
Los medicamentos huérfanos son aquellos desarrollados específicamente para diagnosticar, prevenir o tratar enfermedades raras. Debido a su baja prevalencia, a menudo no resultan económicamente atractivas para las compañías farmacéuticas para desarrollar y comercializar tratamientos bajo condiciones normales de mercado.
Asphalion, consultora de Asuntos Científicos y Regulatorios Internacionales, cuenta con equipos expertos dedicados a analizar el contexto de cada producto terapéutico destinado al tratamiento de enfermedades raras.
“La designación como medicamento huérfano se solicita de forma voluntaria y libre de coste ya que con ellas las compañías farmacéuticas pueden beneficiarse de beneficios e incentivos contemplados en la regulación para desarrollar tratamientos para estas enfermedades poco comunes, y sin los cuales muy probablemente la comercialización de dichos medicamentos no generaría suficientes ingresos para justificar la inversión necesaria”, explican desde Asphalion, que inciden en que “la designación huérfana no establece que el medicamento sea eficaz o seguro, pero sí que indica que el medicamento cumple con la definición de huérfano establecida en la regulación”.
La problemática actual a la que se enfrentan los medicamentos huérfanos en Europa y en España es multifacética y compleja. En el caso de España aluden al hecho de que el proceso de financiación de un medicamento huérfano es largo y complejo, el desafío que suponen las evaluaciones de tecnología sanitaria para estos medicamentos dada la escasez de datos, los presupuestos limitados y la falta de conocimiento y especialización en enfermedades raras.
“En respuesta a estos desafíos, se están llevando a cabo iniciativas a nivel de la UE y nacional para mejorar el acceso a los medicamentos huérfanos, incluyendo la colaboración en la evaluación de HTAs, iniciativas para mejorar los sistemas de precios y reembolsos, y esfuerzos para fomentar la investigación y desarrollo en el campo de las enfermedades raras”, argumentan desde Asphalion.
“La obtención de la ODD simplifica el proceso de desarrollo de fármacos destinados a enfermedades raras, que de por sí ya es muy complejo. Al proporcionar apoyo en este sentido, nuestro objetivo es maximizar las posibilidades de que los productos sean aprobados y, por lo tanto, se conviertan en opciones terapéuticas para necesidades médicas no cubiertas”, concluyen.