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Las jornadas contaron con la participación de Libertad Álvarez, presidenta del Comité de Bioética Asistencial de Amavir; Eva Ochoa, responsable asistencial de Amavir; Sara González, jefa médica de Amavir; y Laura García, terapeuta ocupacional de Amavir Pozuelo.
Amavir ha participado en la V edición del Congreso Dependencia y Sanidad en Ifema. En el marco de HIP – Horeca Professional Expo y bajo el lema de ‘Tiempo para la innovación’, uno de los eventos de referencia de todo el sector de atención a la dependencia ha contado entre sus ponentes con los principales directivos de empresas de gestión de centros sociosanitarios, entre ellos Amavir.
Así, durante la primera jornada, la presidenta del Comité de Bioética Asistencial de Amavir, Libertad Álvarez, fue la encargada de presentar, durante su ponencia ‘Humanizar la atención en el sector sociosanitario: El papel de los Comités de Bioética’, la labor que realiza este órgano consultivo y de apoyo de Amavir, donde profesionales de referencia en bioética distribuidos por diferentes centros se reúnen para decidir y debatir sobre temas que afectan a la autonomía, adecuación terapéutica, plan de decisiones y cuidados de calidad en la tercera edad.
Además, Álvarez explicó el proyecto ‘Cultura ética en residencias’, cuyo objetivo es difundir una serie de cuadernillos con consejos para mejorar la atención sociosanitaria desde una perspectiva ética, dirigidas al personal de todos los centros no solo de Amavir, sino de otros centros residenciales. “Los comités de bioética pretenden ser un faro luminoso que guíe la acción diaria para el mejor cuidado de todas las personas a las que atendemos”, explicó la presidenta del Comité de Bioética de Amavir.
Por otra parte, Eva Ochoa, responsable asistencial de Amavir, y Sara González, jefa médica de la compañía, quienes se encargaron de exponer a los asistentes el proyecto ‘Emociones con sentido: otra forma de abordar las alteraciones conductuales’. González realizó un análisis de los pacientes con enfermedades crónicas de los centros de Amavir, donde la patología predominante es el Alzheimer y otras demencias y alteraciones de conducta, y detalló también cómo se trabaja en las unidades de convivencia especializadas en el manejo de este tipo de pacientes, conocidas en Amavir como ‘Paseo del Mar’.
Precisamente, en esta unidad es donde surgió el programa ‘Emociones con sentido’, que busca proporcionar una mejor calidad de vida a estos usuarios sobre la base de la estimulación sensorial, tratando de reducir así también tratamientos farmacológicos, y buscando al mismo tiempo que no se lleve a cabo solo en una sala de reducido tamaño, sino que se implante en salas grandes con mayor número de usuarios, extendiendo así sus beneficios.
Tal y como explicó Eva Ochoa, la base sólida de esta iniciativa es “la emoción como motor de cambio, ya que conectamos y nos movemos por emociones”. También detalló el sistema SHX como elemento diferenciador de estas salas de estimulación sensorial, donde los pacientes tienen el control de lo que están percibiendo, y adelantó los primeros estudios de medición que se están haciendo en la compañía a raíz de la implantación de este programa. “Se trata de un proyecto muy ilusionante en el que intentamos humanizar los cuidados en un espacio que proporciona un estado de calma y bienestar emocional, respetando sus sentidos”, añadió Ochoa.
Por último, Amavir también participó en la ponencia ‘Alimentamos las emociones influyendo en el bienestar de los mayores’. Durante esta mesa redonda, guiada por María Civera, responsable del programa ‘Alimentamos las emociones’ de Compass Group, participaron Fernando Pascual, director general de España y Portugal de Compass Group; Juan Higueras, director de zona del Grupo El Castillo; Concha Vereterra, directora gerente de la Fundación Numen; y Laura García, terapeuta ocupacional de Amavir Pozuelo. Durante su intervención, García relató cómo vivieron las personas mayores la llegada de este programa al centro, una iniciativa que utiliza un hilo conductor para proponer el menú diario y realizar toda una serie de actividades con los residentes en torno a esa jornada, como por ejemplo en el día del libro, de la poesía o de carnaval, entre otros.
“Es una herramienta muy útil que permite trabajar la creatividad, la expresión de emociones y el trabajo en equipo, entre muchas otras capacidades. Se crean momentos muy bonitos donde ellos ven qué son capaces de hacer muchas cosas por sí mismos y eso aumenta mucho su autoestima”, ha subrayado García. Para visibilizar una de las actividades englobadas en este proyecto, desde el centro Amavir Pozuelo realizaron galletas de la amistad con mensajes personalizados que fueron repartidos entre los asistentes a esta jornada.