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La hipertensión es una enfermedad que afecta a un tercio de la población mundial, sobre todo al grupo de más de 60 años. Esta presión arterial alta es la responsable de empeorar la calidad de vida de las personas que la sufren y puede tener consecuencias muy perjudiciales para la salud como insuficiencia renal, ataques cerebrovasculares, enfermedades coronarias e incluso la muerte.Si intuyes que sufres de hipertensión arterial lo mejor es que lo consultes cuanto antes con tu médico de atención primaria para que pueda emitir un diagnóstico y recomendarte un tratamiento.
La presión arterial es la encargada de ejercer la fuerza con la que la sangre circula por las arterias, cuanto más elevada sea, mayor será el trabajo que haga el corazón para bombearla. La tensión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg), se habla de hipertensión cuando esta es de 130/80 milímetros de mercurio o superior.
Este trastorno aparece por diversas causas, pero donde hay que poner el foco es en su tratamiento para el que se suelen prescribir fármacos antihipertensivos y cambiar el estilo de vida como apoyo a la medicación. Tener una dieta saludable baja en sodio, no beber alcohol, perder el exceso de peso, no fumar o hacer ejercicio son algunos de los hábitos que se deben incorporar para mejorar la enfermedad.
Según la Sociedad Europea de Hipertensión/Sociedad Europea de Cardiología se puede dividir en tres categorías el nivel de hipertensión arterial:
Si se atienden a estos valores podemos determinar tres grados de hipertensión arterial:
Hay otro grado llamado hipertensión sistólica aislada que es aquella que tiene una presión arterial sistólica superior a 140 mmHg y una presión arterial diastólica inferior a 90 mmHg.
La hipertensión arterial en ancianos tiene graves consecuencias para diferentes órganos del cuerpo humano.
Corazón: el esfuerzo provoca un aumento de su masa muscular que puede ocasionar una insuficiencia coronaria, arritmias y una angina de pecho. Otros trastornos cardiovasculares son la arteriosclerosis, la trombosis o el aneurisma.
Cerebro: un riego sanguíneo insuficiente es el responsable de infartos cerebrales como el ictus o accidente vascular cerebral isquémico o hemorrágico.
Riñones: las arterias no suministran la suficiente cantidad de sangre a los riñones lo que puede ocasionar una insuficiencia renal.
La hipertensión también ocasiona otros problemas en la salud afectando a la retina, las piernas y puede causar impotencia en los hombres.