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La asociación madrileña AMADE reivindica que las personas mayores forman parte de un grupo poblacional heterogéneo, que tiene gustos y necesidades muy diversas, que deben tenerse en cuenta para su atención.
En el Día de los Abuelos, que se conmemora el 26 de julio, la Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia (AMADE) quiere poner en valor la heterogeneidad de las personas mayores, que expresan su diversidad en sus gustos, aficiones, inquietudes y formas de vida. “Es importante comenzar a mirar a las personas mayores desde otro prisma para empoderarlas y dar valor a esta etapa vital tan relevante y, por desgracia, tan denostada. Debemos romper con los estereotipos asociados a este grupo poblacional. Uno de los más comunes es llamarlos abuelos, por el mero hecho de ser mayores”, explica la directora general de AMADE, Inmaculada Cerejido.
El empleo del término abuelos para referirnos a todas las personas mayores es una práctica que puede parecer inofensiva, pero perpetúa prejuicios y limita la percepción que tenemos sobre los individuos mayores y su diversidad.
Cada persona mayor es un individuo único, con experiencias de vida, conocimientos y habilidades que los hacen valiosos. Llamar a todos ellos "abuelos" implica una generalización que ignora la riqueza y complejidad de sus identidades. Además, contribuye al edadismo o discriminación por edad.
Desde AMADE consideran esencial evitar estereotipos sobre el envejecimiento. “Es el primer paso para promover el envejecimiento activo y saludable”, reconoce Cerejido, que insiste en que mantener una relación cercana y continuada con las personas mayores es el mejor modo de acabar con ideas predeterminadas que nada tienen que ver con la realidad. Por eso, defienden la intergeneracionalidad como pilar básico de las relaciones sanas y constructivas: “La relación entre personas de diferentes edades aporta beneficios para los individuos implicados, pero también para la sociedad: se produce un enriquecimiento mutuo, mejora la salud emocional, combate el aislamiento social, favorece la empatía y el respeto, mejorar la calidad de vida y fortalece la comunidad”.
Cuando las personas mayores requieren de una atención especializada y recurren a los centros de día o residencias de mayores, también desean continuar con sus rutinas y quieren ser atendidos, en función de sus necesidades, pero también de sus preferencias. Desde AMADE defienden el modelo de atención centrado en la persona, que tiene en cuenta la heterogeneidad de este grupo poblacional.
Según Cerejido, el objetivo es “adoptar un enfoque respetuoso y empático que reconozca su diversidad y valore su contribución a la sociedad. Al hacerlo, favorecemos una comunidad más inclusiva, justa y enriquecedora para todas las edades”.
En estos centros sociosanitarios, profesionales especializados en geriatría y atención a las personas mayores, fomentan su participación activa y bienestar, a través de tratamientos y terapias innovadoras que revierten en su calidad de vida. Pero, desde AMADE, recuerdan que el vínculo familiar es clave en las personas mayores que viven en residencias y que el afecto de las hijos y nietos, sus visitas, llamadas y videollamadas son un pilar básico para su salud física, psíquica y emocional. Por eso, animan a las familias a celebrar el Día de los Abuelos en compañía y a participar de sus cuidados, de su experiencia y de su vida.