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El "Libro Blanco sobre la necesidad de generar estrategias para la gestión del impacto medioambiental en la salud y la enfermedad" recoge las conclusiones del primer Encuentro Internacional sobre Salud y Enfermedades Medioambientales, celebrado en Barcelona.
El impacto de la contaminación atmosférica, la alimentación y el cambio climático son factores críticos para la salud de las personas, con consecuencias en ámbitos como las patologías cardiovasculares, respiratorias y alergias y en la salud infantil, ante los que es necesario implementar soluciones para una vida más saludable y sostenible y adoptar un enfoque que abarque a los profesionales de la salud, los pacientes y los ciudadanos.
Así lo recoge el "Libro Blanco sobre la necesidad de generar estrategias para la gestión del impacto medioambiental en la salud y la enfermedad", que recopila las conclusiones del primer Encuentro Internacional sobre Salud y Enfermedades Medioambientales, celebrado en Barcelona y organizado por el Observatorio Internacional Kosma y la Fundación de Investigación HM Hospitales con la participación del centro tecnológico Eurecat.
Algunas de las medidas estratégicas que propone el libro blanco abarcan el aumento de la alfabetización en salud ambiental y las habilidades ecológicas de los profesionales de la salud, los pacientes y los ciudadanos; el paso de la evidencia científica a la práctica clínica; la implementación de soluciones para una vida saludable y sostenible, y la adopción de un enfoque de múltiples partes interesadas.
El libro blanco aboga también por fomentar una recogida de datos estandarizada para analizar la relación e impacto medioambiental sobre la salud y enfermedad; aprovechar la tecnología digital para el análisis, así como establecer una base de datos de buenas prácticas para minimizar el impacto ambiental en la salud de diferentes acciones.
En palabras de la presidenta, coordinadora médica del Observatorio Kosma y coautora del libro blanco, la Dra. Paula Sol Ventura, “existe abundante evidencia científica que demuestra el peso que tiene la exposición a un entorno insalubre en la salud humana y del planeta, ahora es necesario realizar la traslación de este conocimiento a la consulta clínica de atención primaria y hospitalaria y a la comunidad”.
“El congreso reproduce el innovador modelo de trabajo del Observatorio, que reúne profesionales de diversos sectores para abordar la problemática de las enfermedades medioambientales y llevar soluciones a la misma consulta médica. Para avanzar en la concepción e implementación de soluciones, se plantearon multitud de experiencias nacionales e internacionales de comunicación, concienciación y promoción de la salud medioambiental que pasan necesariamente por la formación de profesionales de la salud, sobre todo, en atención primaria”, añade la Dra. Paula Sol Ventura.
De acuerdo con el director de Tecnologías de Salud del centro tecnológico Eurecat y coautor del libro blanco, Felip Miralles, “es clave diseñar también soluciones tecnológicas con criterios y estándares de usabilidad y accesibilidad, para que todo tipo de usuarios, especialmente los más vulnerables, sean adherentes al uso, y que los profesionales de la salud se formen en el uso de la tecnología, para ofrecer el oportuno acompañamiento”.
A partir del conocimiento clínico y asistencial que se está generando, “los profesionales de la salud, además de mejorar el diagnóstico y pronostico, impulsarán la prevención mediante el cambio de hábitos de consumo alimentarios, de actividad física y sueño y de mitigación de la exposición”. El objetivo es “llegar a influir en la transformación de las políticas medioambientales hacia nuevos modelos de producción, movilidad, generación y consumo energéticos, de respeto a los ecosistemas naturales y de reversión de los efectos del cambio climático”, explica Miralles.
El congreso, avalado por 37 organizaciones e instituciones tanto públicas como privadas, apuntó las particularidades de los colectivos vulnerables, los riesgos psicosociales de la exposición a las nuevas tecnologías, así como los efectos de largo alcance del uso insostenible de materiales de construcción como el amianto.
La divulgación y la concienciación sobre el concepto de salud planetaria y salud y enfermedad medioambiental, así como la implementación de soluciones a nivel local con impacto global son también elementos destacados para una vida saludable y sostenible, según se evidenció en el evento, que reunió a profesionales de la salud y a otros perfiles expertos multidisciplinares, como ecólogos, biotecnólogos y juristas, provenientes de sistemas sanitarios, academia, investigación, industria y administración.
Entre las conclusiones, que se recogen en el libro blanco, destaca el papel de la tecnología, con la modelización del perfil del ciudadano, su exposoma, huellas medioambientales y estilos de vida, así como la incorporación de sensores para cuantificar, a nivel individual, niveles de inflamación y oxidación y, a nivel comunitario, la evolución de la exposición a contaminantes del entorno vital para proveer información en tiempo real.
En esta línea, y mediante fusión de datos y la aplicación de técnicas de inteligencia artificial y gamificación, los expertos participantes apuntaron que será posible la recomendación y documentación de manera personalizada de alternativas saludables para mitigar la exposición y, a más largo plazo, se identificarán y amplificarán patrones y tendencias saludables y sostenibles de salud.
Las conclusiones del evento recogen también cómo establecer canales de amplificación de la comunicación para población más y menos consciente, teniendo en cuenta cómo pasar del análisis a la prevención y la acción en forma de alertas o alarmas, según los casos. A este respecto, se propuso la segmentación de la población según niveles de sensibilización, con el objeto de individualizar los mensajes según los interlocutores.
También se aboga por un cambio de paradigma en que, a partir de la formación de directivos y empleados en la sensibilización del impacto medioambiental, se promueva que los planes de negocio incluyan un plan estratégico de impacto ambiental. De acuerdo con las conclusiones del evento, la implementación de los planes deberá acompañarse de un modelo de medida continua, con indicadores cuantitativos y cualitativos asociados a incentivos para promover el cumplimiento y que resulten reconocibles para la sociedad y el legislador.
Estos nuevos modelos industriales entroncan con las conclusiones en el ámbito de la legislación y administración, que apuntaron a medidas fiscales para hacer efectivo el traslado de las directivas internacionales y el reconocimiento de la salud ambiental como derecho humano.
La ponencia de cierre del primer Encuentro Internacional Kosma sobre Salud y Enfermedades Medioambientales, a cargo del profesor de Investigación del CSIC, Fernando Valladares, remarcó la compatibilidad entre reducir la pobreza y mitigar el cambio climático, compartiendo conocimiento y tecnología.