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La Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) ha organizado en el salón de actos de Fundación ONCE la jornada La atención a la salud de las personas mayores, con el objetivo de abordar los retos y el futuro que afrontan los servicios de asistencia sociosanitaria para las personas mayores, además de ofrecer un análisis sobre las buenas prácticas y experiencias en políticas llevadas a cabo tanto en este ámbito tanto en diferentes comunidades autónomas como en otros países.
Durante la jornada, la PMP pidió un Plan Estatal de Sanidad para las personas mayores y con discapacidad mayores, desde su firme defensa de la universalización del sistema y de las prestaciones de salud.
Así lo trasladó el presidente de la PMP, Lázaro González García, durante la celebración de la jornada La atención a la salud de las personas mayores. En este sentido, mostró su disposición para colaborar con el Ministerio de Sanidad y aportar su experiencia y ser un interlocutor constructivo. Para ello, instó a un pacto general con el Ministerio y las Comunidades Autónomas para abordar el trato específico en materia sanitaria para personas mayores.
Durante su intervención, defendió el derecho a la asistencia sanitaria. Según aseveró, “la universalización de las prestaciones de salud es algo fundamental y de la que no podemos prescindir”. Así, en este sentido, afirmó que están trabajando dentro de esta defensa cerrada de la universalización del sistema y las prestaciones de salud. “Tenemos que defender nuestro sistema de salud público universal, ya que estamos por encima de otros países en este sentido, sin embargo, vemos que en este momento hay ciertos sectores que quieren transferir el costo de la salud a las personas y esto supone un riesgo, ya que dejaría desatendidas a las personas que no pueden pagárselo”, demandó.
De manera concreta, reclamó el impulso de la atención domiciliaria desde los centros públicos de salud; el replanteamiento y refuerzo de la atención primaria y de la coordinación sanitaria en las residencias de mayores; la inclusión de la salud bucodental en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, así como que se establezca un código de derechos y buenas prácticas en la atención a las personas mayores en sanidad.
En la inauguración intervino el ministro de Sanidad, José Miñones, quien se comprometió a “reforzar la atención domiciliaria”de las personas mayores desde la Atención Primaria (AP).
Miñones también destacó “el compromiso de los mayores” en la prevención de la salud, sobre todo en el campo de las vacunas".“El 100% de los mayores de 80 años está vacunado contra la covid-19 y el 94% de los mayores de 60 años también se ha puesto la dosis de recuerdo”, subrayó el recién nombrado ministro de Sanidad en su segundo acto oficial, en este caso con las personas mayores, de las que dijo que “es un colectivo básico para nosotros”.
Así, se refirió a la pobreza y a la desigualdad como la mayor causa de enfermedades y muertes en el mundo. En el caso de España, afirmó que “tenemos la suerte de que en nuestra sociedad la mayor parte de la gente que muere es mayor de 80 y 90 años, “y esto es nuevo”, mientras que, aunque esté bien situada en años de vida, “cojea en calidad de vida y salud a partir de los 65 años”.
Según expuso, “la longevidad se ha democratizado y sucede casi para todas las clases sociales y en muchos países”, por lo que, según aseguró, “vamos a precisar con toda seguridad de un gran cambio en los cuidados formales”. “Los determinantes de salud son exactamente los mismos que los de una vejez saludable y el factor que más contribuye es la educación, es decir, la prevención de la vejez se empieza a trabajar políticas públicas que mejoren el bienestar de la sociedad desde la infancia”, aseveró.
En este sentido, reconoció que, aunque el sistema nacional de salud español es “extremadamente bueno”, precisa de reformas y mejoras, las cuales están tardando en llegar”, y entre estos retos, apuntó al demográfico y epidemiológico, al clínico-asistencial, o a la gobernanza y la gestión. Y, por último, denunció que la realidad es que la sanidad pública no tiene quien la defienda lo suficiente, por lo que señaló a la sociedad civil como “clave” para ello.
La presidenta del Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada y ex ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, fue la encargada de moderar la mesa redonda El reto sanitario de la longevidad, en la que participaron el presidente Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, José Augusto García Navarro; el presidente de la Comisión de Personas con Discapacidad Mayores de la PMP, Alvaro García Bilbao; y la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, Carina Escobar Manero.
Todos ellos abordaron los retos sanitarios del envejecimiento. Y, en este sentido, el presidente del SEGG incidió en la importancia de las políticas preventivas, en los entornos amigables y en la inclusión, al tiempo que apostó por potenciar la atención primaria, “que ahora mismo está en una situación preocupante”, por la transformación del sistema sanitario, así como por la inversión en un sistema de cuidados de larga duración más basado en el domicilio y en la comunidad y menos en las residencias.
Asimismo, Álvaro García Bilbao abordó los retos de las personas con discapacidad mayores en materia sanitaria, para lo que reclamó un sistema adaptado a sus necesidades mediante marcos de actuación específicos; al tiempo que la presidenta de la POP, se refirió al envejecimiento y a la cronicidad, “que van de la mano”. En su opinión, “tenemos un sistema sanitario cortoplacista”, por lo que pidió priorizar a los pacientes crónicos y “no llegar tarde al diagnóstico ni al tratamiento”. “Necesitamos una atención primaria fuerte que ponga más el foco en el seguimiento y la prevención, necesitamos más recursos y una transformación en procesos asistenciales, de cuidados, y tenemos que hacerlo ya”, incidió.
Además, la mesa Buenas prácticas en políticas sociosanitarias para mayores, moderada la presidenta de la Comisión de Envejecimiento Activo y Saludable de la PMP, Cristina Rodríguez-Porrero, contó con la participación del director gerente del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD), José Vicente Granado; la ex viceconsejera de Sanidad del Gobierno Vasco, Dolores Ruiz Iglesias; y el senior advisor (Health & Life Sciences) de la Embajada de Dinamarca en España, Félix Garcia-Giralda.
Por su parte, José Vicente Granado expuso algunas de las claves más importantes en cuanto a buenas prácticas, como por ejemplo la plena coordinación de los sistemas de salud con los servicios sociales, que en Extremadura están bajo una misma Consejería. “Hay que darle el peso que se merece a la dependencia y a los servicios básicos sociales”, ha señalado. Además, relató la experiencia en el municipio de Pescueza donde tan buenos resultados se han obtenido en cuanto a calidad de atención sociosanitaria porque la perspectiva es que “la comunidad atiende a la comunidad”.
En este sentido, insistió en que “la salud es un concepto holístico y debe ser transversal”. “Las intervenciones deben realizarse desde la atención centrada en la persona, desde el envejecimiento activo y desde la colaboración intergeneracional. No podemos dejar pasar más tiempo para afrontar los retos pendientes en base a estas perspectivas”, indicó.
Dolores Ruíz destacó en este sentido que en España falta un desarrollo comunitario de la coordinación sociosanitaria. “En España tenemos afición al modelo como ente teórico. Nos encontramos con modelos o esquemas que están administrados de manera absolutamente centralizada y esto provoca que las decisiones políticas impacten en lo que deberían ser decisiones profesionales”, afirmó.
Así, remarcó que “la atención sociosanitaria es personal y debe adaptarse a las necesidades individuales de cada persona. Por lo tanto, cuando intentamos encajar todas esas necesidades individuales en un único modelo teórico y marco legal o institucional, es cuando el sistema falla. Las buenas prácticas se producen cuando hay separación entre institución y profesionalización de los servicios”.
En lo que respecta a Félix García-Giralda, resumió algunos aspectos del modelo de atención sociosanitaria en Dinamarca, donde según afirmó “una de las claves diferenciadoras es el rol de los ayuntamientos, porque son las instituciones los que están más cerca de los ciudadanos. Es algo que ha funcionado con éxito, al igual que el hecho de que nuestros mayores puedan decidir entre un abanico de opciones que les ofrece el municipio cuando vayan a necesitar de cuidados”.
Por último, la jornada se clausuró con la intervención del director general del IMSERSO, Luis Alberto Barriga Martín, quien manifestó que la vida plena de todas las personas requiere que los poderes públicos garanticen el ejercicio de sus derechos, muy especialmente las personas mayores y, para ello, reconoció que “tenemos que trabajarlo desde la Administración General del Estado en coordinación con las Comunidades Autónomas”, adaptándose a las necesidades de las personas. “Eso es lo sociosanitario”, concluyó.