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En el II Congreso sobre el Derecho a la Autonomía Personal, concretamente en la tercera sesión, se han desarrollado seis temas principales a través de diez ponencias llevadas a cabo por expertos en diferentes áreas, quienes abordaron los temas más acuciantes para luchar contra la brecha digital de las personas mayores en nuestra sociedad.
Fundación Telefónica y la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados (UDP), han celebrado la tercera sesión del II Congreso sobre el Derecho a la Autonomía Personal en el Espacio Fundación Telefónica. Este encuentro se ha organizado con el objetivo de reflexionar y debatir sobre el papel de la tecnología en la vida cotidiana de las personas mayores.
El acto inaugural del Congreso contó con la presencia de Inmaculada Ruiz, presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) y vicepresidenta de PMD (Plataforma de Mayores y Pensionistas); Lázaro González, presidente de la PMD; Carmen Morenés, directora general de Fundación Telefónica; y Juan José García, director general de Mayores de la Comunidad de Madrid. La clausura de esta tercera sesión la llevaron a cabo Antoni Serratosa, vicepresidente de Mayores UDP; Carlos Palacios, director de Acción Social y Voluntariado de Fundación Telefónica y José Aniorte, delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid.
Durante su intervención, Carmen Morenés, directora general de Fundación Telefónica, señaló la importancia de crear espacios para envejecer con todas las garantías, añadiendo que “desde Fundación Telefónica llevamos años trabajando de la mano de más de 20 ONGs en programas de voluntariado en el acompañamiento social y ocio inclusivo de personas mayores para combatir la soledad no deseada, pero también nos ha tocado reflexionar y poner foco en esta vulnerabilidad digital, que ha llegado de manera silenciosa”.
Por su parte, Inmaculada Ruiz, presidenta de UDP, hizo hincapié enlos derechos de las personas mayores: “Las TIC deben estar centradas en las personas, adaptándose a sus necesidades.Nadie debe quedarse atrás. Las personas mayores no queremos que la digitalización se convierta en un motivo más para ser discriminadas por nuestra edad”.
En el acto de clausura José Aniorte, delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid, subrayó el objetivo de la administración pública para lograr que la tecnología sirva para acercar a las personas, y en especial para paliar la soledad de las personas mayores.
Con una meta definida, concienciar y reducir la desigualdad de las personas mayores en lo digital, la tercera sesión del II Congreso sobre el Derecho a la Autonomía Personal se ha desarrollado en seis temas principales y diez ponencias llevadas a cabo por expertos de diferentes áreas.
Algunos de los temas más destacados fueron ‘La tecnología al servicio de las personas y su seguridad’, dondereflexionó Julián Prieto Hergueta, subdirector general de promoción y autorizaciones de la Agencia Española de Protección de Datos; Cómo la tecnología mejora la calidad de vida de las personas mayores’, donde Lourdes Muñoz Santamaría, fundadora de Iniciativa Barcelona Open Data habló sobre el valor de los datos para mejorar la vida de las personas mayores y ‘Tecnología amigable y segura para las personas mayores’, Alexis Hostos, experto en ciberseguridad de Telefónica Tech, reflexionó sobre la prevención de estafas tecnológicas a personas mayores.
Los ponentes mostraron, a través de su propia experiencia y conocimiento, una visión innovadora que invita a repensar tanto a las entidades como a la sociedad en general sobre las ventajas que supone una adaptación adecuada de las tecnologías para aportar mayor calidad a la vida a las personas mayores.
En su ponencia ‘Tecnología y soporte a las personas más vulnerables: el papel de las organizaciones sociales’, Ignacio Aizpún, director general de ATAM, abordó la importancia de cambiar el paradigma para pasar del dispositivo al algoritmo, destacando que la tecnología que podamos desarrollar para favorecer la autonomía personal no es aquella que se limita a hacer las actividades diarias, sino aquella que pueda servirnos para ayudar a las personas a tomar las decisiones sobre cómo queremos vivir.
La fundadora de la Iniciativa Open Big Data Barcelona, Lourdes Muñoz, profundizó sobre el valor de los datos para mejorar la calidad de vida de las personas mayores y los beneficios que pueden aportar si las entidades del tercer sector, al igual que los poderes del mundo, usan la tecnología y los datos para responder a sus prioridades y utilidades.
Para Lourdes Bermejo, gerontóloga y experta en intervención social, la adaptación de la tecnología para el bien personal es responsabilidad de todos y debe ser coherente con nuestros valores y proyectos de vida. Resalta que debemos luchar por ello a cualquier edad, ya sea a los 20, 50 o 90 años y que esta adaptación a la tecnología, nos catapultará a una cultura de la flexibilidad: “las personas dispuestas a ser flexibles en los logros van a ser más felices en la gran edad”.
La transformación digital vivida en los últimos años ha traído consigo numerosos beneficios, pero no hay que olvidar que, al igual que en otras revoluciones, ha creado nuevas situaciones de desigualdad a las que debemos prestar atención y que afectan de manera más intensa a las personas mayores. Según datos del INE, por ejemplo, solo el 20,5% de personas entre 65 y 74 años ha comprado por internet en los últimos tres meses.
Esta situación de desventaja a la que se enfrentan las personas mayores, que comprende casi el 20% del total de la población, nos obliga a repensar la tecnología para ponerla en el centro de las personas, creando una sociedad más justa y utilizando la fuerza transformadora de lo digital. Fundación Telefónica, comprometida con este objetivoa través de diferentes iniciativas como Renacer Digital, las formaciones sobre la utilización de Apps y el uso básico del smartphone, o los talleres de alfabetización digital impartidas en las tiendas Movistar, ha logrado capacitar en competencias digitales a más de 2.000 personas mayores en 2022 gracias a la colaboración de los cerca de 500 voluntarios implicados en la transformación digital de este colectivo.