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El Foro de Expertos del INSTITUTO SANTALUCÍA, órgano de reflexión y debate permanente en materia de educación financiera, economía sostenible y mundo senior, ha publicado el decálogo con las claves para mejorar la gestión laboral del talento sénior.
Según indica el Foro de Expertos, para 2030, más de 8 millones de profesionales serán mayores de 55 años en España, edad en la que comienza la “experiencia sénior”, un fenómeno que va mucho más allá de los meros indicadores demográficos y plantea numerosas cuestiones de complejidad social, económica, funcional, cultural y generacional.
De hecho, entre los 60 y los 64 años, apenas la mitad de la población se mantiene activa laboralmente. “Es llamativo porque, actualmente, muchas personas llegan a las etapas de jubilación (o prejubilación) con amplia formación y experiencia, y con buena calidad de vida. Tener más de 55 años ahora no es lo mismo que hace unas décadas, por lo que esta fuga de talento supone una pérdida de recursos muy valiosa en una sociedad cada vez más envejecida”, indica José Manuel Jiménez, director del INSTITUTO SANTALUCÍA.
Para hacer frente a esta realidad social, el Foro de Expertos propone un decálogo para evitar que la falta de gestión y previsión implique consecuencias negativas para la sociedad y para la economía:
1. Promover la “jubilación activa”. España es uno de los países con menor porcentaje de población que compatibiliza el cobro de la pensión con los ingresos del trabajo entre los 60 y 69 años, lo que refleja la práctica del “todo o nada” en la jubilación. Aunque es poco conocida, la jubilación activa permite compatibilizar la pensión y el trabajo. Desde el Foro de Expertos apuestan por utilizar todo tipo de medidas como son los “contratos de compatibilidad”, el “voluntariado sénior”, el mentoring de jóvenes trabajadores, etc., para lograr la (re)integración laboral de los trabajadores que deseen ser activos, con plena compatibilidad de ingresos y jubilación.
2. Implementar políticas que luchen contra el edadismo (discriminación por edad): Desde el Foro de Expertos se considera importante eliminar la “barrera mental” de los 65 años, que inhabilita a este colectivo a ojos de terceros para desarrollar actividades o comportamientos considerados propios de otras edades. Por eso, piden la implantación de políticas de sensibilización y de lucha activa contra la discriminación por edad.
3. Eliminar la jubilación forzosa. La obligación de jubilarse es una de las manifestaciones más extremas de edadismo. La jubilación es un derecho, no un deber y, de hecho, pocos países mantienen esta norma.
4. Vincular la edad de jubilación a la esperanza de vida: Cada década, la esperanza de vida puede aumentar alrededor de dos años. Los expertos reclaman que se introduzca un mecanismo de vinculación de ésta con la esperanza de vida, como están realizando ya otros países.
5. Luchar contra la desigualdad que sufren las mujeres: Muchas trabajadoras se encargan del cuidado de familiares de mayor edad, al mismo tiempo que tratan de completar carreras más largas de cotización para acceder a mejores pensiones (ya que tuvieron que interrumpir esta carrera para cuidar de sus hijos décadas atrás). El Foro de Expertos señala la necesidad de dotar de recursos y adoptar nuevas políticas para afrontar esta desigualdad.
6. Eliminar la creencia de que los mayores reducen las oportunidades laborales de los jóvenes: Los expertos piden luchar contra esta equivocada percepción porque, según indican, cada uno aporta diferentes capacidades y urge a que las empresas, instituciones y sociedad en general tomen conciencia de la diversidad generacional, desarrollen una cultura que integre equipos diversos y eliminen la equivocada percepción de que hay una cantidad fija de trabajo a repartir entre los distintos grupos de edad.
7. Considerar el talento sénior como un valor en alza: es un colectivo que cuenta con gran experiencia y talento pero que queda “ocioso” por la jubilación, en medio de una futura escasez de trabajadores cualificados. Los expertos recomiendan que se implementen políticas integrales y coherentes para su retención.
8. Apuesta por la formación continuada: La formación continua debe ser uno de los pilares fuertes de la adaptación de las personas mayores al último tramo de su vida productiva, especialmente para aquellos trabajadores que se encuentran en el punto crítico de sus carreras profesionales, que suele situarse sobre los 50 años.
9. Más capacitación en tecnología puntera: Muchas personas mayores tienen un buen dominio de las nuevas tecnologías, al comenzar su vida laboral en plena emergencia de las denominadas TICs. No obstante, otras muchas han visto que sus funciones exigen cada vez mayor conocimiento tecnológico o carecen de las habilidades necesarias para el desempeño de determinados puestos, y precisan de una formación específica para dar continuidad a su vida laboral.
10. Impulso real a nivel de las instituciones políticas: El Foro de Expertos aboga por crear una comisión parlamentaria focalizada en la revisión de la normativa laboral vigente y la eliminación de obstáculos para que las vidas laborales de los sénior sean más productivas y útiles para ellos mismos y para la sociedad.
“La sociedad está más envejecida, pero también es la que tiene la mayor calidad de vida de la historia. Por eso, superar los 50 años no implica desmotivación, falta de ganas o merma de las capacidades/habilidades de los trabajadores. Es importante que España se adapte a la situación actual mediante la implantación de sistemas y procesos que permitan crear una cultura empresarial basada en la diversidad generacional y las nuevas fórmulas de trabajo”, concluye José Manuel Jiménez, director del INSTITUTO SANTALUCÍA.
El Foro de Expertos del INSTITUTO SANTALUCÍA está integrado por José Ignacio Conde-Ruiz, Guillermo de la Dehesa, Rafael Doménech, Ángel de la Fuente, Mercedes Valcárcel, José Antonio Herce y Josefa Ros, reconocidos profesionales de primer nivel en el ámbito de la economía y las pensiones tanto a nivel público como privado.
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