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La Dra. Magda Campins, miembro del Grupo de Recerca en Epidemiología y Salud Pública de Vall d´Hebron, ha sido la encargada de impartir la conferencia inaugural.
Bajo el mismo título que el lema del congreso ‘Más allá de la protección individual’, la conferencia inaugural del 11º Congreso de la Asociación Española de Vacunología puso hoy en valor la capacidad de las vacunas en generar no sólo protección individual, sino también, la denominada protección colectiva, en aquellas poblaciones donde para determinadas enfermedades se alcanzan altas cifras de cobertura. “Este efecto protector indirecto es fundamental para interrumpir la transmisión de las infecciones y conseguir su eliminación o, incluso, su erradicación, como el sarampión o la poliomielitis”, ha señalado Magda Campins durante su intervención.
“Las vacunas protegen frente a enfermedades que pueden resultar especialmente graves en quien las padece, incapacitantes y mortales. La capacidad de proporcionar protección comunitaria contribuye a la protección de las personas más vulnerables, aquéllas que por diferentes motivos, no pueden vacunarse o cuya respuesta a la vacunación no es la adecuada (recién nacidos, personas inmunodeprimidas, personas mayores…)”, señala la experta.
Durante su conferencia ha realizado un recorrido por la historia de la vacunología y los hitos alcanzados: “tenemos múltiples ejemplos del valor de la inmunidad colectiva para el control de enfermedades inmunoprevenibles, que causaban una gran mortalidad y discapacidad en el pasado (viruela, poliomielitis, sarampión…); del beneficio de la inmunidad colectiva generada por la vacunación de la población infantil (infección neumocócica, gripe...) y del impacto de la vacunación materna para la protección del lactante (tos ferina, gripe,…)”, ha recordado.
Esta primera jornada de congreso comenzó con una mesa redonda sobre inmunización pasiva moderada por el epidemiólogo Ismael Huerta. En la misma, la experta María Josep Cabañas dio a conocer los anticuerpos monoclonales que ya están disponibles para la prevención o tratamiento de algunas enfermedades infecciosas, así como el potencial de protección que pueden conferir frente a enfermedades para los que no existen vacunas. También abordó el problema de desabastecimiento por la dificultad de obtención de donaciones de plasma.
Por su parte, la doctora Pilar Arrazola, jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, expuso la creciente evidencia que concierne a los anticuerpos monoclonales desarrollados frente al SARS-CoV-2, que se emplean fundamentalmente para personas que tienen el sistema inmunitario debilitado, y las vacunas no generan una protección suficiente.
Cerró esta mesa el catedrático de Pediatría Jesús Ruiz Contreras, que alertó de la elevada carga de enfermedad grave que el virus respiratorio sincitial produce en lactantes anualmente, y para cuya prevención, no existe alternativa salvo los anticuerpos monoclonales, una forma de conferir protección de forma pasiva.