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"Cualquier denuncia debe ser investigada y, en su caso, sancionada", afirman tras la denuncia de un residente en un centro de la Comunidad de Madrid.
El sector de los cuidados vuelve a ser objeto de críticas. En esta ocasión, a raíz de la denuncia ante los medios de comunicación de un residente de un centro en la Comunidad de Madrid. El pasado 23 de septiembre, Tomás Plaza, de 82 años, llevó su testimonio sobre el trato recibido en el centro de Peñuelas, residencia que no pertenece al Grupo Social Lares, al pleno de la Asamblea de Madrid.
Su caso se suma, semanas antes, a la historia de Mariano Turégano, un hombre de 82 años que acudió al Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes para criticar la situación de la residencia de Moscatelares, en la que reside. Estos hechos, de confirmarse, “deben ser sancionados con dureza”, explica Juan Ignacio Vela, presidente del Grupo Social Lares. Sim embargo, insiste: “casos aislados, aunque deplorables y del todo inaceptables, no pueden manchar el buen hacer de la gran mayoría de los centros y sus profesionales”.
Y saben de lo que hablan. El Grupo Social Lares atiende, cada día, a más de 54.000 personas mayores en situación de discapacidad, dependencia o riesgo de exclusión social. En concreto, en la Comunidad de Madrid, foco de la polémica en esta ocasión, Lares cuenta con más de 2.400 plazas residenciales repartidas en siete centros. “El valor de nuestros centros viene dado por la profesionalidad, el compromiso y el buen hacer de todos y cada uno de nuestros profesionales y colaboradores. Nuestros centros son verdaderos hogares para cada uno de los residentes y no son meras palabras”, argumenta Vela.
La persona como epicentro del Sector de los Cuidados
Desde hace varios años, Lares apuesta por un cambio en el modelo de la atención a las personas mayores que los sitúe en el centro de la acción. Que su decisión y opinión cuente a la hora, por ejemplo, de decidir a qué centro quiere trasladarse o si, por el contrario, desea permanecer en su casa con los apoyos necesarios. Este cambio no solo precisa de más recursos sino de una apuesta decidida por parte de la sociedad en general que obligue a la Administración a dar pasos inequívocos en esta dirección.
La Comisión Europea ya avanza en esta dirección. Para muestra, su Estrategia Europea de Cuidados, presentada hace unas semanas, que quiere garantizar unos servicios asistenciales de calidad, asequibles y accesibles en toda la Unión Europea y mejorar la situación tanto de las personas cuidadoras (profesionales o informales) como de los receptores de cuidados. La Estrategia, que cuenta con el respaldo del Grupo Social Lares, contempla que la inversión en cuidados es necesaria para atraer y retener talento en el sector asistencial, a menudo caracterizado por condiciones de trabajo difíciles y salarios bajos, así como para hacer frente a la escasez de mano de obra y aprovechar el potencial económico y de creación de empleo del sector. Aspectos, todos ellos, que Lares lleva denunciado varios años y solicitando a la Administración Pública soluciones cuanto antes.