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El secretario de Estado espera que se apruebe la propuesta de nuevo modelo en el Consejo Interterritorial.
“Se trata de que los Mayores vivan en lugares que sean como sus hogares; estamos en un camino previo y tendrán que organizarse en unidades pequeñas”. Álvarez ha hecho estas declaraciones tras entrevistarse con representantes de agentes sociales y la SEGG en el marco del 62º congreso de la SEGG y XXIII de la SMGG.
José Augusto García Navarro, presidente de la SEGG, ha manifestado su acuerdo con un nuevo modelo que se ha demostrado evidente en otros países y que aporta mejora de la calidad de vida. Ha añadido que los grandes centros sin unidades de convivencia tienen efectos secundarios en la salud de las personas mayores y no los hay en unidades de convivencia pequeñas.
Precisamente, los nuevos modelos de Cuidados de Larga Duración ha sido el tema de la Mesa Redonda en la que han participado Javier Martínez Peromingo, Director General de Coordinación Sociosanitaria de la CAM; Ignacio Álvarez, Secretario de Estado de Servicios Sociales; y Adelina Comas, IPL Expert London School of Economics and Political Science, London, UK.
Javier Martínez Peromingo ha expuesto el análisis realizado tras la pandemia Covid 19 que llevó a rediseñar una estructura sociosanitaria, un nuevo sistema normativo y un modelo de atención integral que llevó a diseñar el actual modelo de coordinación sociosanitaria de Madrid. Para establecer la geriatría de enlace se establecieron cinco ejes: atención sanitaria (UAR), categorizar a los centros, mejorar la formación, la inspección y la digitalización.
“Durante décadas, el sistema sanitario había obviado las necesidades de las personas en residencias” ha dicho y se ha referido a una “confusión por regulación ambigua” y a una “desconexión de décadas… el sistema de salud tuvo que salir al rescate de las residencias y lo desconocían todo sobre ellas”.
Nacho Álvarez, Secretario de Estado de Servicios Sociales, ha defendido el cambio de Modelo de Cuidados de Larga Duración que proponen el próximo lunes al Consejo Interterritorial, basado en que la pandemia ha forzado “las costuras del sistema de atención a la dependencia. Tenemos – ha dicho- un sistema de cuidados muy asistencial y tradicional y no siempre las personas pueden desarrollar su vida en ese entorno priorizando sus preferencias”.
Según Álvarez, el cambio de modelo tiene que ir de la mano de una nueva financiación y el gobierno se ha comprometido con la dotación de 600 millones de euros y otros 600 millones en el 2022. “En dos años se ha duplicado la financiación a la atención a la dependencia”.
“Queremos superar este modelo, avanzar hacia otro no tan asistencial como ha sido históricamente; en demasiadas ocasiones se originan vidas encorsetadas en centros donde no se respeta la intimidad. Cumplir años no es condición para ver mermados sus derechos”.
El nuevo modelo –“esperemos que sea aprobado el lunes”- quiere establecer elementos para situar el suelo de la calidad en la atención a los derechos.
“Hay que girar unos grados el trasatlántico que es el modelo de CLD. No va a ser de la noche a la mañana, pero reorientando unos grados puede que, a lo largo de los próximos años, lleguemos a un puerto distinto. Todo el modelo se basa en poner a las personas en el centro. Las personas tienen el derecho a apoyos personalizados porque los servicios uniformizados olvidan intereses que debemos atender”.
Álvarez ha recordado que hoy se envejece de forma distinta y que todos los datos indican que las personas quieren estar el mayor tiempo posible en sus hogares y hay que potenciar ayuda a domicilio. Se ha mostrado absolutamente partidario de garantizar la desaparición de sujeciones de todo tipo en tres años, y de reducir la atención residencial a centros de pequeña escala, como se señala en los organismos europeos, con un máximo de 120 plazas. “En cuanto a las residencias debe avanzarse a un ambiente más hogareño: es esencial la organización interna en unidades de convivencia como máximo de 15 personas. El 60% de las habitaciones deberían ser individuales y poner en valor la participación de las familias”.
Adelina Comas, IPL Expert London School of Economics and Political Science, ha dedicado su intervención a valorar la importancia del sector público en este sector de CLD en el que debe tener un rol asegurador porque las personas tienen derecho a no estar expuestas a todo el sistema de gastos; también debe ser garantizador de suficientes recursos y proteger y promover usos de mercado. “Es importante que el gasto sea eficiente (quizás se puede evitar ingresos en residencias innecesarios o ingresos hospitalarios …) y también velar por el mercado. En Inglaterra, el 16% de los costes sanitarios de una persona con demencia recaen en la administración y el resto en la familia”.
La SEGG participa en la Mesa de Diálogo Social que está trabajando Criterios comunes de acreditación y calidad de los centros y servicios del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD). Se trata de buscar un modelo centrado en la persona en unidades de convivencia. Un modelo de atención que se negocia en estos momentos con los agentes sociales a partir de una propuesta de que las unidades de convivencia sean de quince personas, la cifra considerada más recomendable por los especialistas. Otros temas imprescindibles para el futuro de la atención a las Personas Mayores es el rechazo a las sujeciones y la necesidad de la participación familiar en la toma de decisiones sobre la atención a cada persona.
En la actualidad, la SEGG trabaja con Ceoma en un proyecto financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 denominado Vivir mejor en casa, proyecto que se implementará en Cataluña, Madrid y Navarra para buscar la desinstitucionalización de personas que prefieran regresar a sus domicilios desde las residencias y en retrasar lo más posible el traslado a estos centros apoyándose en el uso de las tecnologías, valoraciones personalizadas y la labor de cuidadores.