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Según los datos de la investigación dirigida por el Dr. Alfonso J. Cruz-Jentoft, Jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, que ha contado con el apoyo de Nutricia, y que ha sido realizado 38 residencias de España.
Del 22 al 29 de noviembre se celebra la Semana de la Desnutrición en España, donde el 12% de la población sufre de desnutrición, de la cual el 70% son personas mayores. De ellas, entre el 6,5% y el 10% viven en residencias. Numerosos estudios muestran mayores tasas de desnutrición en las personas mayores que viven en residencias, en comparación con aquellas que viven en sus hogares, ya que son personas con un gran número de enfermedades y problemas físicos y mentales que dificultan su alimentación normal. Varios estudios muestran que el estado de nutrición se puede mejorar, pero las personas ingresadas en residencias suelen estar excluidas de las investigaciones, por lo que se desconocía si también se podían beneficiar del uso de SNO. Para averiguarlo, Nutricia ha impulsado un estudio dirigido por el Dr. Alfonso J. Cruz-Jentoft, Jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, que se ha llevado a cabo en 38 residencias de toda España. El estudio PROT-e-GER revela que la suplementación nutricional oral también mejora el estado nutricional y funcional de las personas mayores que viven en residencias.
El estudio PROT-e-GER ha incluido a 244 personas de una media de 86 años edad, quienes recibieron un Suplemento Nutricional Oral (SNO) dos veces al día (Fortimel Complete) durante 12 semanas. El 90,2% de los adultos mayores que han participado en esta investigación ganaron peso (el 37,9% ganaron más de 3 kg) y el número de personas no dependientes, es decir que pueden realizar las actividades básicas de la vida diaria, tales como asearse, vestirse o comer sin ayuda, aumentó un 4,5%.
En palabras del Dr. Cruz-Jenoft: “Los mayores que viven en residencias suelen ser excluidos de la investigación clínica por su complejidad. Sin embargo, reciben tratamientos que solo han sido estudiados en personas más jóvenes y más sanas, incluyendo muchos medicamentos. Elegimos un diseño de estudio particular, conocido como estudio pragmático, para averiguar si los resultados de la investigación sobre intervención nutricional pueden aplicarse de forma eficaz y segura en estos pacientes tan debilitados. Afortunadamente, la respuesta es positiva, lo que ayudará a los profesionales a tratar a sus pacientes en las residencias con más soporte científico y por tanto, con mayor certeza”.
Para prevenir la desnutrición en adultos mayores, el empleo de Suplementos Nutricionales Orales es una práctica habitual. Sin embargo, no existen demasiadas evidencias científicas al respecto. “En los pacientes mayores se encuentra frecuentemente la sarcopenia, que se trata de una pérdida de masa y fuerza muscular con repercusión en la fragilidad. Es un factor de riesgo de deterioro funcional, caídas, fracturas, dependencia, hospitalizaciones evitables y deterioro de la calidad de vida. Por este motivo, desde Nutricia hemos querido colaborar con la comunidad médica para investigar la relevancia que puede tener la intervención nutricional precoz en las personas mayores que viven en residencias”, explica Gonzalo Zárate, Director Médico de Danone Specialized Nutrition.
El estudio PROT-e-GER es un ensayo observacional, multicéntrico, prospectivo y pragmático, que se ha llevado a cabo con el objetivo de evaluar los efectos de la suplementación nutricional en adultos mayores que viven en residencias. El perfil de los participantes en esta investigación eran personas desnutridas, con un alto grado de discapacidad y alta prevalencia de deterioro cognitivo, que fueron reclutados por los médicos de las residencias tras previas intervenciones dietéticas infructuosas. Al inicio del seguimiento, el 77,3% de los participantes presentaba desnutrición y estado funcional deteriorado, el 93,9% tenía un Índice de Masa Corporal (IMC) bajo, y el 92,2% presentaba una pérdida de peso significativa.
Impacto de la desnutrición en los adultos mayores que viven en residencias
La desnutrición relacionada con la enfermedad (DRE) es una condición médica que se presenta en personas con patologías tanto crónicas como agudas. Afecta a unos 30 millones de personas en Europa y conlleva un coste asociado de unos 170.000 millones de euros anuales. La DRE se asocia a un aumento de la morbimortalidad, prolonga la estancia hospitalaria, aumenta el riesgo de infecciones y de otras complicaciones. La DRE afecta negativamente a la calidad de vida de las personas y disminuye su capacidad funcional. La intervención nutricional precoz es clave para mejorar tanto el estado de nutrición como el pronóstico de las enfermedades de base.
Las personas que viven en residencias presentan un gran número de enfermedades, alto grado de dependencia física y mental, y como consecuencia un mal estado nutricional, lo que motiva con más frecuencia su atención en los servicios de Urgencias o el ingreso hospitalario. En este sentido, los expertos estiman que alrededor de la tercera parte de ellos son derivados al menos, una vez al año, a urgencias requiriendo ingreso hasta en la mitad de los casos.
Sobre el estudio PROT-e-GER
En el estudio PROT-e-GER, los participantes se encontraban desnutridos o en riesgo alto de sufrir desnutrición al inicio del seguimiento y la mayoría de ellos presentaban un estado funcional deteriorado. Concretamente, el 77,3% de ellos presentaba desnutrición, el 20,9% estaba en riesgo de desnutrición y sólo el 1,8% tenía un estado nutricional aceptable.
Tras 12 semanas de seguimiento con la ingesta del suplemento nutricional Fortimel Complete dos veces al día, los participantes experimentaron mejoras significativas en el estado nutricional. El peso incrementó hasta 3,1 kg y el IMC más de 1 punto en comparación con los valores iniciales. El porcentaje medio de aumento de peso corporal fue de entre el 5,2-5,9%, mayor en hombres que en mujeres. También se produjeron mejoras significativas en su estado funcional. Concretamente, las personas con independencia aumentaron un 4,5%. También hubo mejoras en lo que se refiere a la fuerza de presión de la mano (una medida de la función muscular), que, de media, se incrementó entre un 16,5-46,2% respecto al inicio.
Además, se registró una buena adherencia en el 94,6% de los participantes. En consecuencia, el estudio sugiere que, en la práctica clínica habitual, el uso de un SNO puede lograr un aumento de peso corporal consistente, así como otras mejoras en el estado nutricional y funcional de los adultos mayores, pues, se ha visto que la ambas están correlacionadas. Por último, algunos datos sugieren que el uso de la suplementación nutricional oral en las residencias puede ser una medida rentable en comparación con el asesoramiento dietético. Sin embargo, no debería ser la única intervención, sino parte de una estrategia más amplia que debería incluir un programa de cribado de la desnutrición, la ingesta adecuada de alimentos, el manejo de las enfermedades subyacentes así como la educación y el ejercicio físico.