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La segunda jornada del XV Congreso Lares ha servido para abordar los cuidados de larga duración desde diferentes ópticas.
“Los cuidados de larga duración implican diferentes necesidades: financiación adecuada, atención de calidad y con calidez y unas condiciones laborales atractivas para los profesionales”, ha resaltado Eva Fleischer, politóloga especializada en envejecimiento, que ha participado en la segunda jornada del XV Congreso Europeo Lares-EAN. Para Fleischer, el concepto de cuidado “es una combinación de conocimiento, acción y sentimientos. Es necesaria la empatía, que se refleja en el modo en el que el cuidador interactúa con la persona que atiende”. Su intervención ha mostrado la importancia que tienen los cuidadores a la hora de hacer frente a las necesidades de un sector de la población que crece, de forma exponencial, cada año en Europa.
Para Daniela Tatiana Soitu, docente especializada en gerontología y cuidados de larga duración, hay una serie de retos a los que se enfrentan los profesionales en los cuidados de larga duración comunes en todos los países: “formación escasa del personal, marco legislativo poco consistente, poca coordinación entre los servicios sociales y sanitarios, escasez de personal especializado, y ser una profesión poco reconocida a nivel social”. Junto a estas problemáticas, también ha aportado distintas soluciones, entre las que destacan: “equilibrio entre lo laboral y profesional, digitalización del sector, mayor formación para los profesionales que se dedican a los cuidados de larga duración, mayor inversión en programas preventivos, y apostar por un enfoque integrador”.
Esta segunda jornada del XV Congreso Lares ha permitido que los profesionales del Tercer Sector no solo sean reconocidos a nivel de discurso, sino que hayan visto cómo sus problemas han sido diagnosticados para poder ofrecer respuestas reales y cercanas en el tiempo.
El trato que han recibido los mayores durante la pandemia también ha sido objeto de debate. Para Freek Lapré, docente especializado en cuidados de larga duración e innovación, ha existido una “discriminación de las personas mayores, no sólo en el sector de los cuidados sino en términos generales, en muchos ámbitos de la sociedad. Entre ellos, el abuso a las personas mayores; el abuso físico; el abuso psicológico; la explotación económica o material; y el abandono”. Unas circunstancias que pueden verse mitigadas con una serie de medidas que pasan por: “aumentar la sensibilización y la toma de conciencia sobre el abuso que sufren muchas personas mayores; y la formación y conciliación para los cuidadores informales”.
Cambio de modelo
Los profesionales que están participando en el Congreso no solo están llevando a cabo una revisión de todo lo sucedido en el 2020. Su verdadera apuesta es salir de este cónclave con las herramientas que les permitan mejorar este Sector en el futuro. Por eso, son muchas las recomendaciones que van encaminadas a conseguir un cambio en el modelo de la atención a los mayores. Vicenzo Paolino, especialista en atención geriátrica en la Red Global de Envejecimiento, ha comentado: “el sector de los cuidados debe avanzar para que las personas mayores puedan vivir el mayor tiempo posible en sus casas o en lugares lo más parecido posible a un hogar. Se trata de cambiar la perspectiva y convertir las residencias en espacios acogedores”. Una transformación que implica un cambio en “las estructuras, aumentar su autonomía y dotarles de capacidad de decisión, respetar los deseos, las necesidades y las preferencias de cada persona a la que se atiende”. Llegar a un modelo donde la atención a la persona sea el epicentro de toda la acción.