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DomusVi Ciudad de las Artes quiere contribuir a la mejora de la calidad de vida emocional de las personas mayores y ayudarles a superar las secuelas emocionales y psicológicas derivadas del Covid-19.
Con el objetivo de favorecer la salud emocional y el bienestar mental de las personas mayores, DomusVi Ciudad de las Artes en Valencia impulsa el taller “Emociones en cuerpo y alma”, un programa que ofrece a sus residentes las herramientas necesarias para que aprendan a identificar sus emociones y ser capaces de expresar sus estados emocionales tales como la angustia, la ansiedad o la tristeza.
En un contexto marcado por la pandemia, el impacto psicológico del aislamiento social ha sido especialmente relevante en las personas mayores, las cuales necesitan poder expresarse y que, quienes les acompañan, comprendan lo que sienten. Consciente de ello, la residencia DomusVi Ciudad de las Artes pone el foco en la mejora de la calidad de vida emocional de las personas mayores para ayudarles a superar las posibles secuelas emocionales derivadas de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19.
El programa consta de sesiones dirigidas conjuntamente por Amparo Úbeda y Silvia Aznar, psicóloga y fisioterapeuta del centro, respectivamente. Ambas siguen una dinámica específica con el objetivo de detectar, trabajar y conocer las emociones que puedan sentir las personas residentes.
Así, el taller “Emociones en cuerpo y alma” aporta beneficios importantes a los residentes porque les permite trabajar la emoción desde la parte de los sentimientos, dotándoles de recursos para reconocerla, afrontarla y superarla.
También desde el punto de vista físico ya que, a través del cuerpo y de los movimientos, se les facilita la tarea de poder expresar estas emociones. Debido al deterioro físico o cognitivo, en muchas ocasiones, las personas mayores no son capaces de comunicar con palabras aquello que les preocupa o cómo se sienten.
Dinámicas eficaces para el autoconocimiento
En los talleres se llevan a cabo diversas dinámicas tales como mostrar unas láminas con imágenes para que, a partir de aquí, los residentes expresen qué sienten. Una vez descubierta la emoción, la psicóloga les va guiando para que cada uno cuente sus experiencias vividas en relación con la misma, cómo se han sentido, cómo la han gestionado en otras ocasiones o cómo pueden hacerle frente en un futuro.
Durante la terapia, escuchan una canción acorde con la emoción a tratar ese día para que los participantes realicen al compás los movimientos que les trasmita esa melodía. Para finalizar, la fisioterapeuta realiza una tabla de ejercicios con movimientos que permiten expresar la emoción trabajada.