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Durante el año 2020, la teleasistencia ha atendido a un total de 102.919 personas y el número de dispositivos de seguridad instalados llega a los 31.530, el triple que en el año 2017.
El 78,5% de las personas que viven solas en Barcelona y que tienen más de 80 años ya dispone del Servicio de Teleasistencia Municipal instalado en su hogar. Se trata del porcentaje más alto registrado hasta ahora y una muestra del esfuerzo municipal llevado a cabo durante el último año, en el contexto de la irrupción de la Covid-19, para que el servicio llegue al máximo número de personas. Concretamente, durante el año 2020, la teleasistencia contó con 102.919 personas usuarias, un nuevo máximo histórico que representa un millar más de personas que en el año anterior.
Además, también durante el año pasado se alcanzó un nuevo récord: en total hay instalados en el hogar 31.530 dispositivos de seguridad, como por ejemplo detectores de fuego y de humo, detectores de gas o de movilidad (en el año 2017, eran 10.447). Adicionalmente, el servicio se ha mantenido en funcionamiento de forma ininterrumpida durante toda la pandemia, incluidos los meses duros de confinamiento, proporcionando información, asesoramiento y tranquilidad a las personas usuarias.
El Ayuntamiento de Barcelona, fruto del conjunto de medidas llevadas a cabo con la Covid-19 y consciente de las dificultades que tienen las personas mayores para acceder a la información y al alta de la teleasistencia en este contexto de crsiis sanitaria, impulsó durante el otoño del año pasado una campaña específica dirigida a todas las personas mayores que viven solas, para promover y facilitar el acceso al servicio al mayor número posible de personas. Fruto de este esfuerzo, el servicio registró casi 3.000 solicitudes de alta más de lo que sería habitual.
Por primera vez, por ejemplo, se creó la posibilidad de pedir el servicio mediante un trámite virtual, un proceso mediante el cual se han recibido hasta un millar de solicitudes. Además, se redujo la documentación necesaria para tramitar el alta y se creó un circuito específico con los Servicios Sociales para derivar casos de personas vulnerables y activar el recurso de comida a domicilio, entre otras medidas. La campaña específica para tratar de ampliar el número de personas usuarias supuso el envío de locuciones a las cerca de 20.000 personas mayores de 75 años que viven solas en la ciudad, de unos 37.000 mensajes de teléfono móvil y también de unas 60.000 cartas a diferentes domicilios.
El Servicio de Teleasistencia Municipal tiene un coste para el Ayuntamiento de unos 7,65 millones d euros al año, que permite a la persona usuaria estar conectada a un centro de atención donde se gestionan los servicios necesarios para atender cualquier situación de urgencia que se pueda producir en el domicilio. Está dirigido a personas mayores, pero también personas con diversidad funcional y personas con valoración de dependencia, aunque en la práctica, la gran mayoría de las personas usuarias tienen más de 75 años.
En el contexto de la Covid-19, además de la campaña para llegar a más personas potencialmente usuarias y, específicamente durante los meses duros del confinamiento entre los meses de marzo y mayo de 2020, el servicio llegó a hacer cerca de 73.000 llamadas informativas para difundir los consejos de prevención de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), a la vez que recibió cerca de 1.000 llamadas de personas que ya eran usuarias, solicitando información sobre el nuevo coronavirus. Fruto de esta situación sobrevenida, el servicio ha activado un sistema de alertas inteligentes para detectar posibles situaciones de vulnerabilidad y que permite llevar a cabo comunicaciones masivas. Este tipo de comunicaciones también se podrían activar en caso de situaciones de emergencia o catástrofe sobrevenida.
Además de la situación generada con la irrupción de la Covid-19, el Servicio de Teleasistencia Municipal ha sido pionero en la introducción de nuevas medidas para favorecer los cuidados. Por ejemplo, a finales de 2019 se inició un programa de apoyo a las personas cuidadoras no profesionales, para llegar igualmente a quienes cuidan familiares con discapacidad, enfermedad y/o dependencia que presenten sentimientos de sobrecarga. Este programa ha supuesto el alta de 242 personas en esta situación, de las cuales el 86% presentaba una situación de sobrecarga intensa. Del total de personas que se dieron de alta en este programa, 197 son mujeres y 45 son hombres, que hoy tienen la posibilidad de recibir llamadas de seguimiento y escucha activa, visitas anuales y se les ofrece información sobre los recursos disponibles en la ciudad para mejorar su situación.
Igualmente, la Medida de Gobierno de Innovación Social presentada en el mes de febrero pasado, que implica la inversión por parte del Ajuntament de 13,5 millones de euros durante los próximos tres años en proyectos concretos para construir unos servicios sociales de mayor proximidad, más eficientes y con la máxima calidad, contempla una evolución del actual servicio de teleasistencia hacia un modelo digital que incorpore la evolución tecnológica que experimentará la telefonía a nivel mundial durante los próximos años. El objetivo para conseguirlo es que el nuevo pliego del servicio a implementar a partir del año 2022 integre otros servicios adicionales, como lo podrían ser proyectos de realidad virtual, telemedicina o telemonitorización, entre otros, permitiendo así un incremento de la percepción de seguridad, acompañamiento y cuidados de las personas usuarias a través de un seguimiento más inteligente y complejo.