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El día 5 de noviembre, se celebra el “Día del Cuidador”, y desde Lares quieren reivindicar el papel fundamental de quienes son el ejemplo de compromiso y vocación de servicio en los que se basa la atención de las personas mayores o en situación de dependencia.
Los cuidadores, bien en las residencias o domicilios, son la garantía del bienestar físico y emocional de quienes reciben el cuidado. Son una segunda familia, o incluso, en muchos casos, la única familia que cuida y protege.
En Lares, 35.000 cuidadores en centros residenciales y servicios atienden cada día a más de 54.000 personas mayores, en situación de discapacidad, dependencia o riesgo de exclusión social. Otras muchas tantas, no reconocidas, lo hacen en sus domicilios particulares.
El trato digno y humanizante que exigimos para quienes reciben los cuidados, debe tener presente a los cuidadores, con las mismas exigencias de dignidad y humanidad y, además, de legítimo reconocimiento laboral, profesional y económico.
Hace unos días, con motivo del Plan de Formación Urgente para cuidadores informales, en el que colabora Lares como medida de choque para evitar la falta de personal por los efectos de la pandemia, el presidente de la federación sin ánimo de lucro, Juan Vela, presidente de Lares, recordaba “queremos y necesitamos a cuidadores cualificados, con visión global de una profesión que, mayoritariamente, ejercen mujeres. El 92% de las personas que cuidan son trabajadoras”.
Según Vela: “Esa formación tiene que ir acompañada por una urgente mejora de condiciones laborales y económicas. Ahí, necesitamos el compromiso de todos los agentes sociales. No se puede mirar a otro lado. Ya antes lo era, pero viendo el ejemplo que se está dando en esta pandemia, es un clamor resolver con este colectivo una deuda que va muchos más allá de lo éticamente aceptable”.
Desde Lares se trabaja por un modelo de cuidado en lo más parecido a una casa, a un hogar. Modelos de atención domiciliaria, comunitaria, y cuando no sea posible eso, un centro residencial con servicios sociales.
Es el modelo Lares, centrado en la persona, y lo que ella desea, y no al revés. Y esa persona es la que recibe el cuidado y, también, la que lo presta con entrega máxima, sin atajos.
A continuación, se detallen 10 medidas urgentes para los cuidadores que son la garantía del bienestar, para que los que reciben los cuidados, también, se sientan protegidos, como merecen: