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El estudio ha sido artífice de la ampliación que va unida al edificio preexistente, buscando dar respuesta a las nuevas necesidades del hospital en base al incremento en la demanda asistencial y la eficiencia de sus servicios y la modernización de espacios, al tiempo que implementa nuevos conceptos en humanización hospitalaria, integrando luz natural, confort acústico, zonas verdes y un acogedor y funcional diseño actual para mejorar la estancia de pacientes, familiares y profesionales.
El nuevo proyecto desarrollado por el equipo de Enero Arquitectura consiste en la ampliación del actual Hospital Universitario Quirónsalud Madrid (un edificio de 54.002 metros cuadrados construidos), en la localidad de Pozuelo de Alarcón. La ampliación se ha diseñado siguiendo las máximas de un espacio a la vanguardia, tanto tecnológicamente como estéticamente, con una búsqueda coherente y de respeto absoluto al trabajo existente, amplificando sus funciones, forma y programa, con una superficie construida de 5.268 metros cuadrados de reformas y una ampliación, de 9.080 metros cuadrados, un total de 14.348 metros cuadrados que modelan el nuevo Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. Así, sustituye la malla bidireccional existente por un eje longitudinal y otro transversal, a modo de finger que rubrica el total del volumen.
El nuevo ala del edificio implementa la parte preexistente, a través de un plug-in que actúa como nuevo eje transversal, ampliando en 14.348 metros cuadrados la superficie previamente construida, siguiendo las máximas de confort acústico, grandes iluminaciones y ventilaciones, y la utilización de elementos propios de la arquitectura moderna como los patios y una prolongación de los espacios verdes que, a modo de cerramiento, actúan de pantalla acústica alrededor de la parcela.
Doble fase
La ampliación se compone de dos fases diferenciadas: una primera donde se levanta un edificio de nueva planta “suturado”, es decir, unido al ya preexistente, con un trabajo especial de los espacios-frontera del edificio anterior y la generación de nuevos espacios de sosiego, que dan al paciente, los familiares y los propios profesionales una nueva experiencia del edificio en su día a día. Una segunda fase, con una especial atención dedicada a potenciar y dar respuesta al incremento de la demanda asistencial de las áreas del edificio principal, basada en intervenciones generales de vital importancia para que el funcionamiento de las diferentes plantas del edificio se aproveche de la mejor manera, con coherencia asistencial y un diseño actualizado a las necesidades que existen actualmente en el hospital.
Las claves del proyecto: