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Las consultas en atención primaria se posponen, los pacientes no pueden recibir su prescripción médica y las ortopedias tienen que seguir dando un servicio, esencial para los más vulnerables, afrontando pérdidas que han llegado al 90%.
El sector de la Ortopedia, pese a ser un servicio esencial, está especialmente dañado por las medidas tomadas en la lucha contra la COVID-19. La situación económica que derivó desde la aplicación del estado de alarma y la pandemia por el coronavirus hizo que el 49,20% de los establecimientos de ortopedia y empresas de fabricación en serie y de distribución de productos ortoprotésicos se acogiera a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).
A esto se suma, que los servicios de atención primaria están posponiendo las consultas médicas y una gran mayoría de pacientes que utilizan habitualmente los servicios de ortopedia no están siendo atendidos. Quedando postergadas cirugías, rehabilitaciones y, por lo tanto, tratamientos de ortopedia. Esta situación afecta tanto a la calidad de vida de los pacientes como a la situación económica de las ortopedias. Estas tienen que permanecer abiertas para dar servicio a aquellos pacientes con patologías más urgentes, que sí están siendo atendidos y a los cuatro millones de personas con discapacidad que necesitan los servicios de las ortopedias de forma recurrente. La mayoría de los asociados de la FEDOP confiesan que sin la prórroga de los ERTE no podrían afrontar esta situación.
Por lo tanto, la Federación Española de Ortesistas y Protesistas, FEDOP, muestra su rechazo a la propuesta del Gobierno, que no incluye a este sector en la prórroga de los ERTE más allá del 30 de septiembre, olvidándose así de sectores esenciales para los ciudadanos, que también pueden verse afectados. "Sin la prórroga de estos ERTE o sin adoptar otras medidas de calado, un número importante de empresas del sector de la Ortopedia se verían abocadas a despedir a trabajadores o, posiblemente, al cierre de las mismas en los próximos meses”.
Las circunstancias actuales no permiten llevar a cabo una actividad laboral de forma regular y, por tanto, se siguen dando las causas extraordinarias que motivaron la solicitud de los ERTE en los pasados meses. La FEDOP ha solicitado a la patronal CEPYME que transmita la preocupación del sector al Gobierno.
Durante el estado de alarma y a pesar de que el sector fue considerado como actividad esencial y se mantuvo abierto, la actividad del sector se redujo en un 90%, al igual que los ingresos.
La FEDOP ve necesario que se sigan manteniendo medidas específicas para el sector para garantizar su continuidad.