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Pablo Pérez Aragundi, presidente de la Federación Española de Ortesistas y Protesistas (FEDOP), le trasladó a Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura la importancia de la ortopedia para sus ciudadanos, así como el retraso en el nuevo catálogo ortoprotésico.
Pérez Aragundi le recordó a Fernández Vara la disparidad que existe entre los servicios de salud autonómicos, lo cual repercute directamente en los pacientes. La falta de una homogeneización hace que los usuarios no tengan las mismas prestaciones en todo el territorio nacional y dependan del lugar en el que viven.
El presidente de Extremadura escuchó las inquietudes del sector y achacó que las diferencias vienen dadas por el modelo sanitario actual, el cual defendió porque, a su juicio, la sanidad extremeña ha mejorado desde que las competencias en esta materia fueron transferidas a cada autonomía.
Ambos se encontraron en la junta directiva de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) celebrada este pasado martes.
El encuentro se produce en un momento clave para el sector de la ortopedia. Las comunidades autónomas están apurando los últimos días de plazo para publicar sus nuevos catálogos de prestaciones ortoprotésicas, tal y como marca la orden SCB /45/2019. A partir del 1 de enero de 2020 todas las consejerías de sanidad deberán haber puesto en marcha el nuevo listado de productos.
La prestación ortoprotésica en Extremadura
Como en el resto de comunidades autónomas, Extremadura se encuentra en pleno proceso de adaptación del catálogo ortoprotésico que financia la Seguridad Social.
La Federación, representando a las empresas de ortopedia y como conocedor de la realidad y de las necesidades del sector, trató de abrir sin éxito una mesa de diálogo con el Servicio Extremeño de Salud (SES). Sin embargo, pese a las reiteradas peticiones por parte de la FEDOP y de la Asociación de Ortopédicos de Extremadura (ASOEX), pero ha sido imposible.
Los pacientes ortoprotésicos de Extremadura sufren diferencias cualitativas y cuantitativas respecto a otros habitantes de otros puntos de España. Por ejemplo, la inversión pública en ortopedia en Extremadura durante el 2018 costó a cada extremeño unos 1,86 euros. Muy lejos de la comunidad que más invierte en esta partida: Andalucía, donde sus contribuyentes gastaron en el mismo ejercicio la cantidad de 6,02 euros. Además, los extremeños son los únicos en toda España que no pueden optar por el sistema de endoso. El paciente que no tenga recursos económicos para hacer frente a su tratamiento ortoprotésico se quedará sin él, una discriminación trágica y lamentable.
