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La interacción con los animales favorece la motivación e incrementa la autoestima de los residentes.
Este viernes, 4 de octubre, se celebra el Día Mundial de los Animales. Desde los orígenes, los seres humanos siempre han tenido un fuerte vínculo con los animales y existen evidencias científicas sobre los beneficios que esta relación tiene para la salud. De ahí, que desde hace años la terapia asistida con animales (TAA) se haya convertido en un recurso muy interesante en el tratamiento de ciertas afecciones, sobre todo relacionadas con el estado de ánimo y las alteraciones conductuales. En las residencias Orpea, esta terapia suele realizarse con perros y gatos, que son los animales escogidos para este tipo de intervenciones porque son fáciles de adiestrar, pero en Orpea Torrelodones han decidido innovar y emplear aves rapaces en la TAA.
“La terapia con aves es, a la vez, la novedad y la gran desconocida en este tipo de acciones. Debido a su naturaleza, las aves no son fáciles de adiestrar. No son animales domésticos, y menos las aves rapaces. Sin embargo, ofrecen estímulos distintos a los animales convencionales: vuelan, traen cosas distintas a un perro, tienen un plumaje que resulta más suave que el pelaje; además, algunas resulta extrañas para los residentes y eso les motiva”, explica la terapeuta ocupacional de OrpeaTorrelodones, Sara Domingo.
Este centro es el primero donde se efectúa esta intervención, y la experiencia está siendo muy positiva. A los residentes les gusta acariciarlas, sujetarlas y ayudarles a alzar el vuelo, y los beneficios son múltiples, tanto físicos como psicológicos. “Esta terapia asistida favorece la motivación, implicación e iniciativa. Además, ayuda a mejorar la concentración y la estimulación sensorial y cognitiva, y facilita la socialización de los mayores”, aprecia Sara Domingo.
La TAA con aves es apta para todo tipo de perfiles en el adulto mayor y está recomendada para pacientes con depresión u otros trastornos de ánimo y con patologías del aparato locomotor, cardiovasculares, neurológicas, etc. No obstante, siempre es recomendable conocer las necesidades del residente y saber sus gustos y preferencia, pues las aves, como cualquier otro animal, pueden generar rechazo (fobias) o ser contraproducentes para la salud (alergias).
Esta terapia asistida está coordinada por un equipo profesional multidisciplinar y desarrollada por los terapeutas ocupacionales, en colaboración con los monitores cetreros. “Las sesiones se establecen de tal forma que se pueda extraer de ellas algo positivo, ya sea la relajación del paciente, el hecho de que este hable, demuestre su cariño y sus debilidades, se haga más fuerte y olvide sus problemas de salud, entre otros aspectos”, concreta la terapeuta ocupacional de Orpea Torrelodones, que asegura que realmente se consiguen estos objetivos.
Esta actividad terapéutica se realiza en espacios abiertos y con buen tiempo, y estos cambios del entorno habitual también son un aliciente para los residentes. Suelen durar de 40 a 60 minutos. Según Sara Domingo, “no se aconseja que sean más extensas debido al cansancio y estrés que se puede generar en el animal, especialmente si son terapias grupales”.