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En España hay más de 9 millones de personas con más de 65 años y son muy diversas y necesitan recursos plurales para sus diferentes necesidades (de cuidados, desarrollo personal y social).
Las personas mayores van a ser el principal motor de transformación social y van a tener cada vez mayor peso político en los próximos años y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología quiere recordarlo en el Día Internacional de las Personas Mayores, este 1 de octubre. José Augusto García Navarro, presidente de la SEGG, aboga por “un debate serio sobre cómo integrar a estas personas en los debates sociales actuales, cómo hacer sostenible el sistema de pensiones y, también, incluso reflexionar sobre la idoneidad de que puedan contribuir, al menos parcialmente, al tejido productivo de nuestro país y no romper de forma brusca, de un día para otro, con un trabajo para el que muchos se sienten capacitados de poder seguir realizando.”
La ralentización del envejecimiento provoca que cada vez tengamos más personas mayores en nuestra sociedad que no se pueden considerar ancianos. “Y, visto así, el envejecimiento no es un problema, sino una oportunidad para nuestra sociedad. “
Según García Navarro, “no hay que perder de vista que las personas mayores tendrán cada vez mayor peso político en nuestro país, lo que influirá de forma clara en las políticas públicas del Estado de Bienestar como la sanidad, la educación y los servicios sociales. No podemos retrasar mucho más tiempo este debate. Hoy hay en España más de 9 millones de personas mayores de 65 años y la mayoría de ellos, afortunadamente, son personas activas física, intelectual y socialmente y que además tienen sus derechos reconocidos como el resto de ciudadanos. No podemos perder la enorme riqueza en términos de experiencia y conocimiento que han acumulado a lo largo de su vida sin que la reviertan de nuevo a la sociedad, para mejorarla.”
Para conseguirlo hay que provocar un cambio de mentalidad y de visión y evitar la preocupación doble que se genera por el aumento demográfico de este colectivo: “nos preocupa y asusta lo que las personas mayores necesitarán de nosotros. Pensamos en negativo cuando hablamos de envejecimiento, pero debemos considerar que sumar años a la vida es un éxito.” Y que, en realidad, todos queremos vivir mucho y con calidad de vida.
Sí al envejecimiento activo. Sí a unos servicios sociales potentes. Sí a la geriatría en cada rincón de nuestro país
La SEGG considera que sumar años no es pesado, lo es sumar déficits y dependencias. Este día internacional es muy importante para reivindicar el papel cada vez más importante que deben jugar las personas mayores en nuestra sociedad (a nivel familiar, intelectual, económico, político e incluso laboral) pero sin olvidarse de las personas que tengan necesidad de apoyos para desarrollar su vida cotidiana, o aquellas que presenten enfermedad y, por tanto, cuidados. Y para estos últimos, hay que reivindicar la existencia de Servicios de Geriatría en todos los hospitales de nuestro sistema sanitario, afirma José Augusto García Navarro. También son necesarios sistemas de cuidados insertos en la comunidad y adecuados a estas personas y que permitan tener una vida satisfactoria a estas personas, afirma la Vicepresidenta de Gerontología, Lourdes Bermejo.
España es un país ideal para envejecer porque nuestro clima nos ayuda a hacer múltiples actividades físicas, la dieta mediterránea es la que ha demostrado los mayores beneficios en la salud a nivel mundial y en España, en general, tenemos tendencia a mantener activas nuestras relaciones sociales y familiares.
Alfredo Bohórquez, Secretario General de la SEGG, considera que el hecho de que haya 9 millones de personas mayores en España, es una magnífica noticia. Toda la sociedad debe reconocer y agradecer a las personas mayores su aportación activa. No son clase pasiva, son ciudadanía de pleno derecho.
“Resaltamos desde el punto de vista demográfico, la feminización del envejecimiento y el envejecimiento del envejecimiento. El grupo que más crece, es el de los mayores de 80 años”. Es por ello que tenemos que buscar respuestas adecuadas a las formas de vida de estas personas a medida que envejecen, pues son ahora y serán muchas las personas mayores, pero todas diferentes entre sí, afirma Lourdes Bermejo.
“A partir de 2023 la generación del baby-boom va a incorporarse al grupo de ciudadanos de más de 65 años, por lo que tenemos que mejorar los recursos disponibles para estas personas mayores. Ello implicará unos recursos sanitarios que incorporen los servicios de geriatría en todos los hospitales públicos, la mejora de la cohesión de los servicios sociales y sanitarios para dar una atención integrada a la población sociosanitaria. Y todo ello sin olvidarnos de ofrecer recursos diversos que permitan a las personas continuar con su proyecto de vida pudiendo participar en su comunidad.
Mil millones de personas
El Día Internacional de las Personas Mayores se instauró, por parte de Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1990. Actualmente, alrededor de 1 000 millones de personas tienen más de 60 años. Entre 2017 y 2030, se espera que el número de personas de 60 años o más crezca en un 46 por ciento y pase de 962 millones a 1.400 millones, superando en número a los jóvenes, así como a niños menores de 10 años a nivel global. En 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años en todo el mundo. Las previsiones apuntan a que el número de personas de 80 años o más se triplique, de 143 millones en 2019 a 426 millones en 2050, según datos de Naciones Unidas.
Cifras que reafirman la necesidad de un debate para conseguir el desarrollo y mejor funcionamiento de todos nuestros recursos. Con implicaciones concretas en la integración de la atención sanitaria y social y en el diversificar las oportunidades de desarrollo personal y participación, y eso sí, y trabajar para las personas mayores contando siempre con ellas.