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Equipos para mejorar la atención del paciente en el bloque quirúrgico, anestesia y reanimación y ecógrafos en diferentes unidades forman parte de esta reciente dotación.
El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ha invertido en 2018 más de 1,2 millones de euros en nuevo equipamiento tecnológico que ha permitido renovar -en algunos casos- e incrementar -en otros- la dotación de las diferentes unidades. Mesas quirúrgicas, un arco quirúrgico, ecógrafos (de alta gama y convencionales) figuran entre las nuevas adquisiciones que se reparten entre los diferentes edificios del complejo sanitario.
La directora gerente del hospital, Valle García, señala la apuesta del centro por “actualizar el equipamiento para ofrecer a nuestros pacientes una atención que combina la sofisticación tecnológica sin olvidarnos de la humanización”. En este sentido, el pasado ejercicio “dimos un impulso importante con la incorporación de equipos tecnológicos que nos permiten seguir innovando en salud, acortando los tiempos de respuesta para la realización de pruebas o intervenciones y ofrecer al paciente mayor seguridad, comodidad y reducción del estrés. En 2019 seguiremos sumando tecnología puntera, una da las señas de identidad de nuestro hospital”.
Equipos para modernizar el bloque quirúrgico y reanimación (mesas quirúrgicas y equipos de anestesia, lámparas de quirófano, torres de laparoscopia con fluorescencia, pantallas quirúrgicas, monitores y radioquirúrgico, entre otros) y ecógrafos de alta gama en Radiodiagnóstico y ecógrafos convencionales en otras unidades como la Unidad de Mama, Neurocirugía, Aparato Digestivo, Rehabilitación, Cardiología y para atención domiciliaria integran esta nueva dotación tecnológica.
A esto hay que sumar equipos de anestesia para endoscopia, resonancia magnética nuclear infantil, material para holter y polígrafo en Cardiología, monitores para paritorios, consolas para ecógrafos en Ginecología, un videolaringoscopio, equipo de manometría y PH-metría esofágica, equipo de láser oftálmico, monitores para la nueva unidad de ICTUS y para neurofisiología, una bomba extracorpórea para Cirugía Cardiovascular, microscopio quirúrgico para Oftalmología e incubador CO2 para Microbiología, entre otros.
Además, el pasado año se dio un impulso importante a la cirugía robótica con la incorporación del robot Da Vinci -de la mano de la creación de la comisión de robótica y la formación de los profesionales para realizar intervenciones quirúrgicas con este nuevo procedimiento-. En la actualidad se llevan a cabo intervenciones de Cirugía General y Urología y de forma progresiva se extenderá a Ginecología, Cirugía Oral y Maxilofacial, Otorrinolaringología, Cirugía torácica, Cirugía Cardiovascular y Cirugía Pediátrica. Hasta el momento se han beneficiado de esta tecnología, pacientes con cáncer de colon y con cáncer de próstata. El robot se ubica en uno de los dos nuevos quirófanos del Hospital General.
El pasado verano entró en funcionamiento un nuevo acelerador lineal de electrones (ALE) donado por la Fundación Amancio Ortega y en estos momentos se llevan a cabo las actuaciones para ubicar un nuevo equipo de oncología radioterápica (será el cuarto acelerador lineal con que cuente el hospital). En el primer trimestre del año pasado se inauguraron dos nuevas salas de hemodinámica de alta gama para realizar cateterismos cardiacos que ha permitido aumentar su capacidad asistencial en un 10%. En el último trimestre del año se completó la primera fase de la renovación de Reanimación (que ha traído importantes mejoras para la atención del paciente después de la cirugía) y entró en funcionamiento un nuevo equipo de radiología digital infantil que permite realizar unos 30.000 estudios al año.
Asimismo, el ejercicio pasado se pudo completar la robotización de todos los laboratorios del hospital, un proceso -iniciado hace más de una década- que permite mejorar la calidad, seguridad y tiempos de respuesta del proceso analítico gracias a la incorporación progresiva de tecnología de última generación.
Y como decía la directora gerente, este año se seguirán incorporando tecnología puntura, como un nuevo equipo de radiología vascular intervencionista digital que permitirá renovar uno de los equipos de las dos salas con las que cuenta este hospital y aportará mayor resolución y precisión, dando así respuesta a la creciente actividad en esta unidad. Asimismo, se incorporarán dos ecógrafos de alta gama en la Unidad de Radiodiagnóstico y renovará totalmente el parque tecnológico de los TAC con la tecnología más avanzada del mercado, lo que permitirá realizar exploraciones más complejas, rápidas y precisas, además de mejoras como la implantación de un sistema de inteligencia artificial para el desarrollo de nuevos algoritmos de reconstrucción y reducción de tiempos y dosis de radiación hasta un 80%. Esto ha sido posible gracias al proyecto ‘Huella de energía’ del Servicio Andaluz de Salud que se ha desarrollado desde finales de 2017.