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Desarrollado por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga IBIMA, contempla el desarrollo de una molécula como fármaco contra la esclerosis múltiple.
El 18 de diciembre, la Asociación Española de Esclerosis Múltiple propuso nombrar esa fecha como el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas que padecen esa enfermedad, apoyar la investigación en este campo, defender los derechos de las personas afectadas y garantizar el acceso a tratamientos que permitan detener el avance de la enfermedad.
Casi 50.000 personas en España conviven de forma diaria con la Esclerosis Múltiple, una enfermedad cuyo campo de investigación es muy dinámico, y que, a día de hoy, no ha encontrado la cura definitiva ni su causa primaria, por lo que se hace imposible prevenirla.
Un equipo de investigación del Grupo de Neuroinmunología y Esclerosis Múltiple del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), que desarrolla su actividad en el Hospital Regional Universitario de Málaga, ha desarrollado una proteína recombinante para el diagnóstico y tratamiento de la esclerosis múltiple, un proyecto de investigación en el que se contempla el desarrollo de esta molécula como fármaco y la implementación clínica de una herramienta que permita detectar un biomarcador sérico que contribuye al diagnóstico de la esclerosis múltiple.
“Hemos demostrado in vivo e in vitro que nuestra proteína es capaz de modular el sistema inmune y que tiene capacidad anti-proliferativa. Además, en colaboración con especialistas en virología de centros de referencia nacionales hemos demostrado su capacidad antiviral, en diferentes sistemas experimentales con virus relevantes para la salud humana. Pero aún así queda un largo camino por recorrer para poder llegar al paciente”, afirma Begoña Oliver, investigadora principal del proyecto.
El proyecto denominado iSOL, parte de la clonación de una proteína recombinante que ha demostrado tener actividad inmunomoduladora, antiproliferativa y antiviral, por lo que puede llegar a ser utilizada como molécula terapéutica para la esclerosis múltiple y otras enfermedades. Actualmente, este proyecto se encuentra en fase preclínica y continua su desarrollo a través de la financiación obtenida en la convocatoria del Instituto de Salud Carlos III (AES 2018), en la modalidad de proyectos de desarrollo Tecnológico en Salud.
Ademas, gracias al apoyo de FIPSE, la Fundación para la Innovación y la Prospectiva en Salud en España, el proyecto obtuvo el pasado año el premio IDEA2 Global, otorgado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Boston. La ayuda de la Fundación ha hecho posible que equipo de investigación encabezado por Begoña Oliver junto a Laura Leyva, María Jesús Pinto, Patricia Urbaneja y Óscar Fernández, contribuya a mejorar la vida de muchas personas y a mantener su esperanza viva.