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Esta dieta, que ya ha demostrado su alta eficacia en el tratamiento de la epilepsia, busca ahora expandir sus beneficios a otras áreas como el autismo, el Alzheimer e incluso el cáncer de páncreas o los tumores en el tronco encefálico.
La dieta cetogénica, un régimen alimenticio alto en grasas, moderado en proteínas y bajo en hidratos de carbono, gana puntos como vía de tratamiento para los trastornos de origen neurológico. Esta ha sido una de las principales conclusiones presentadas en el 6º Simposio Global de Terapias Cetogénicas para desórdenes neurológicos celebrado del 5 al 9 de octubre en Corea del Sur. Esta dieta, que ya ha demostrado su alta eficacia en el tratamiento de la epilepsia, busca ahora expandir sus beneficios a otras áreas como el autismo, el Alzheimer e incluso el cáncer de páncreas o los tumores en el tronco encefálico.
“La dieta cetogénica es un régimen alimenticio de fácil implementación que amplía los horizontes de tratamiento, no solo desde el punto de vista farmacológico, sino también a través del soporte y enfoque nutricional”, señala la Dra. Consuelo Pedrón Giner, pediatra especialista en nutrición y Coordinadora de la Unidad Funcional de Trastornos de la Alimentación en la Primera Infancia en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, que ha podido asistir al simposio de Corea del Sur gracias a Nutricia Advanced Medical Nutrition. “Hasta el momento, la dieta cetogénica ha demostrado una respuesta positiva de reducción en la frecuencia de las crisis en un 70% de los pacientes con epilepsia refractaria. En la actualidad, se están investigando nuevas vías de tratamiento para el autismo, el Alzheimer o algunos tipos de cáncer con esta dieta. Se trata de una vía que merece la pena seguir investigando para estas enfermedades”, concluye la especialista.
A pesar de que la posible expansión de la dieta cetogénica a otras áreas terapéuticas es uno de los aspectos destacados del programa científico, el grueso del mismo está dedicado a su aplicación como tratamiento de la epilepsia. A este respecto, se han presentado importantes novedades en torno a su uso en pacientes neonatos y sobre su combinación junto con una determinada suplementación que podría ampliar sus beneficios.
La relación entre la microbiota y la epilepsia ha sido otro de los temas destacados durante el congreso. En concreto, se ha hablado sobre el impacto del microbioma en el metabolismo celular del cerebro y se ha remarcado su potencial papel en el sistema inmunitario y para la prevención de la epilepsia. Esto se debe a que el poder antiepiléptico de la dieta cetogénica se basaría en su capacidad para modificar la microbiota intestinal.
Este simposio global, que se celebra cada dos años, es un punto de encuentro internacional para compartir los últimos avances en materia cetogénica. Bajo el lema “Abrazando la diversidad, implementación global y cuidado individualizado”, el objetivo del congreso es compartir e intercambiar experiencias, ensayos clínicos y comunicaciones científicas sobre la terapia cetogénica. El congreso, que por primera vez en su historia tiene lugar en Asia, está organizado por la Asociación Internacional Contra la Epilepsia (ILAE). No obstante, aunque el simposio cuenta con solo seis ediciones, ILAE fue fundada ya en 1909 con la meta de avanzar y divulgar el conocimiento acerca de la epilepsia.