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La nueva Clasificación de Enfermedades Internacionales (CIE10) es más precisa que su antecesora, la CIE9, y amplia contenido pasando del orden de 17.000 unos 140.000 registros.
El sector sanitario catalán afronta con éxito la integración de la nueva Clasificación de Enfermedades y Diagnósticos (CIE10), que arrancó en el territorio en enero de 2018 y que fue promovida por la OMS con el objetivo de favorecer la comparabilidad de los datos de las estadísticas de salud y actuar como referente internacional de la gestión sanitaria.
“Como todo cambio, conlleva una etapa de adaptación y puesta en orden, y es cierto que ha traído mucha polémica. Pero lo cierto es que la CIE-10 supone una mayor exhaustividad diagnóstica y, en definitiva, una mejora en los sistemas de información sanitaria”, asegura Ruth Cuscó, Directora Gerente de Asho, empresa dedicada a la codificación hospitalaria líder del mercado, y experta en servicios hospitalarios.
La CIE10 aparece para substituir el antiguo modelo CIE9, utilizado desde hace más de 25 años en los hospitales para la codificación clínica. A excepción de Cataluña, la CIE10 entró en vigor en enero de 2016 en el resto de España.
Por su parte, Carlos Sevillano, directivo de Asho, explica “este cambio de modelo resulta beneficioso para todos, aunque implica un esfuerzo de todas las partes, desde los profesionales de documentación clínica, pasando por los médicos, directivos de hospital, etc”. La implementación de la CIE10 “ya está probado en el resto de España y en otros países que es una oportunidad para optimizar la evaluación de resultados”.
¿Qué es la codificación clínica?
La codificación sanitaria permite convertir el lenguaje clínico en un sistema alfanumérico que se utiliza para definir las diferentes categorías y procedimientos médicos. La asignación de un código a cada enfermedad, diagnóstico y procedimiento mediante la CIE permite la valoración del episodio asistencial de cada paciente y, en consecuencia, se gestiona toda la casuística de un hospital.
“Una codificación médica de calidad resulta imprescindible para realizar una valoración adecuada de la atención prestada en los centros asistenciales, tanto a nivel clínico como a nivel económico-financiero. Asimismo, es necesaria para poder definir el nivel de complejidad de la casuística o case-mix de cualquier hospital o centro clínico”, explica Cuscó.
De la CIE9 a la CIE10: un paso hacia adelante
A lo largo del tiempo se han llevado a cabo distintas revisiones y actualizaciones de la CIE para poder incluir los últimos términos en nomenclatura y etiología médica. Estos cambios han sido promovidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de unificar y extender su utilización a nivel internacional.
“No obstante, el incremento exponencial de los tipos de enfermedades y procedimientos de los últimos años ha provocado que el antiguo modelo CIE9, antecesor del CIE-10, quede desfasado a pesar de las revisiones anuales, pues no permite la codificación precisa de muchas de las entidades nosológicas y en algunas ocasiones también impide realizar análisis individualizados. Algo que sí consigue el nuevo sistema”, aclara Cuscó.
Ventajas del nuevo modelo
La CIE10 es más exigente con respecto a la CIE9 porque ya de partida cambia su nomenclatura y se define como la “Clasificación Estadística Internacional de las Enfermedades y de los problemas relacionados con la salud”, dejando patente el propósito de ir más allá de un simple listado de enfermedades y las lesiones.
Esta nueva clasificación, además, amplía su contenido pasando de unos 17.000 a 140.000 registros. Esto supone un importante cambio cualitativo y cuantitativo en la codificación clínica, ya que implica la adopción de una nueva metodología para la codificación de diagnósticos y procedimientos.
La CIE10 parte de una clasificación alfanumérica, en la parte de diagnósticos, que contiene entre 3 y 7 dígitos, siendo el primer carácter siempre una letra a la que le sigue, en segunda posición, un número. Asimismo, integra dos sistemas de clasificación, uno de enfermedades para la codificación de diagnósticos (CIE10-MC) y otro de procedimientos (CIE10-PCS). Esta subdivisión permite al hospital diferenciar a los pacientes, bien sea por la causa que origina la enfermedad, o bien por la forma en que se manifiesta, a través del diagnóstico clínico en el momento del alta.
Las principales ventajas del nuevo modelo de clasificación son una mayor precisión, una mayor flexibilidad, ya que es fácil la incorporación de un nuevo procedimiento, con un código único; así como una gran mejora de la metodología y de la terminología en consonancia con la actualidad médica del momento.