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La Fundación de Ciencias de la Salud ha organizado la jornada "Big Data: utilidades en la prevención de la enfermedad" con el fin de crear debate entre todos los agentes implicados.
Expertos han demandado que el Big Data se convierta en una línea estratégica dentro del Sistema Nacional de Salud durante el debate generado en la jornada "Big Data: utilidades en la prevención de la enfermedad", organizada por la Fundación de Ciencias de la Salud (FCS), con la colaboración de GSK y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Según el profesor José M. Mato, patrono de la Fundación de Ciencias de la Salud y director de los centros de investigación bioGUNE y biomaGUNE en el País Vasco, el objetivo de esta institución es que los expertos de distintas disciplinas discutan sobre las singularidades que tiene el análisis de grandes cantidades de datos: “Pretendemos que se hable de qué es el Big Data, qué oportunidades ofrece, cuáles son sus aplicaciones a la medicina y cómo proteger esos datos”. Este es la primera jornada de un ciclo que tiene previsto repetirse siempre desde el prisma de los “Grandes Datos” enfocados a distintos aspectos médicos, tal y como ha asegurado el profesor Mato, que ha enumerado como ejemplos el Big Data en enfermedades raras, historias clínicas, manejo de datos en imagen o trasplantes.
En palabras del patrono de la FCS, el Big Data tiene una enorme trascendencia para la medicina de precisión: “Hasta hace poco se hablaba de la medicina personalizada, un concepto que sería como coser un traje a medida del individuo, pero ahora el objetivo es la medicina de precisión, algo así como traje por tallas y por gustos, donde la talla sería las características genéticas y el gusto sería las características del entorno de la persona”. Para el profesor Mato, solo hay una forma de alcanzar la medicina de precisión: disponiendo de grandes cantidades de datos que permitan distinguir a grupos parecidos en su entorno.
Durante la ponencia "¿Qué puede aportar en el mundo de la prevención?", el director de Transformación Digital en Sanidad de INDRA, Ángel Hortal, ha explicado que el Big Data puede contribuir a un mayor conocimiento de los determinantes de salud de las personas por la integración de un número de fuentes de información mucho mayor que las que tradicionalmente se logran en la práctica clínica: “La Atención Primaria es clave para recopilar datos de la población y su trabajo se verá facilitado a su vez con herramientas como la estratificación de la población según niveles de riesgo, respuesta a la medicación o monitorización de crónicos en sus domicilios, entre otras”.
Para Hortal, las experiencias de Big Data o Inteligencia Artificial en el Sistema nacional de Salud (SNS) se limitan a proyectos piloto aislados y se requiere un impulso como parte de las líneas estratégicas del SNS, una demanda necesaria para aprovechar todos sus beneficios.
Una de estas herramientas que está revolucionando la historia clínica es Savana, una plataforma basada en inteligencia artificial que ya se genera en los hospitales previamente transformando el texto libre en Big Data. El doctor Ignacio Hernández, neurólogo del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, y fundador de Savana y Mendelian, ha explicado que esta tecnología procesa el lenguaje libre y natural del médico transformando estas palabras en datos manejables para su reutilización a gran escala, respetando la privacidad del paciente: “Ya se ha utilizado, entre otros, en el servicio de salud de Castilla-La Mancha con gran éxito entre los médicos de Atención Primaria, mejorando el cumplimiento de diferentes guías clínicas”.
Según el doctor Hernández, el histórico de datos es lo único que nos permite saber que, por ejemplo, el 1 de agosto hará entre 38 y 40 grados en un punto concreto de Murcia o habrá un atasco un día festivo concreto en la M30: “Nuestra capacidad de predecir el futuro no es más que nuestra capacidad de almacenar datos. Esto nos permitirá adelantarnos a lo que le ocurrirá a un paciente”.
En opinión de Hortal es necesaria además una reflexión más allá del ámbito tecnológico para anticipar el impacto que puede tener en la profesión y los recursos: “Hay que visualizar las necesidades de inversión, las sinergias entre distintas organizaciones, un cambio en la formación de los profesionales y en la educación de los pacientes. No se trata de hacer lo mismo sumando el Big Data sino de ver de qué forma podemos desarrollar la labor asistencia de mejor manera”.