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Un proyecto de cocina inclusiva y una buena práctica dirigida a personas con demencia avanzada son los proyectos ganadores de la segunda edición de los Premios Nutrisenior, entregados ayer en Madrid.
La práctica "Nosotros te conocemos, tú escoges" del centro L’Onada de Barcelona ha sido uno de los galardonados.
"Menú de Buenas Prácticas" de la Fundación Matia de San Sebastián (Guipuzcoa) ha sido el otro proyecto ganador.
FontActiv, la marca de nutrición para adultos de Laboratorios Ordesa, e Inforesidencias.com han anunciado los ganadores de la segunda edición de los Premios Nutrisenior a las Buenas Prácticas Alimentarias, una iniciativa que pretende reconocer aquellas iniciativas impulsadas por residencias y centros para gente mayor para mejorar la nutrición de las personas mayores. Los galardones fueron entregados ayer en un acto celebrado en el Palacio de las Alhajas de Madrid que ha contado con el reconocido chef Pepe Rodríguez como maestro de ceremonias.
“Nosotros te conocemos, tú escoges” del centro L’Onada de Barcelona ha sido una de las dos prácticas escogida por el jurado como ganadora por el valor de prestar la capacidad de decisión a las personas y que la comida se convierta en un factor para mejorar su evolución. El proyecto tiene como objetivo facilitar que las personas que sufren demencia avanzada puedan adquirir herramientas para seguir escogiendo los platos de su menú. El comedor se ha adaptado para ser un espacio con la misma estética que una vivienda para generar recuerdo y una cocina doméstica que permite trabajar actividades de reminiscencia de la cocina de su casa.
El otro proyecto ganador ha sido “Menú de Buenas Prácticas” de la Fundación Matia de San Sebastián (Guipuzcoa), una completa investigación y revisión teórico-práctica que documenta prácticas eficientes para la mejora de la calidad de vida de personas con demencia durante los momentos de comer. El jurado ha valorado la calidad del proyecto y su capacidad de aplicación en el día a día de los usuarios. Esta iniciativa se dirige a personas con demencia moderada o avanzada e implica a profesionales de diferentes especialidades que forman el llamado “Equipo del Buen Comer” para hacer posible un abordaje holístico considerando diferentes aspectos de la salud del paciente como su condición física, nutrición y relaciones sociales.
Los proyectos han sido seleccionados por un jurado formado por Mª José Giménez, presidenta de la Sociedad Española de Médicos de Residencias (SEMER); José Antonio López Trigo, Sociedad Española Geriátrica y Gerontológica (SEGG), y Fernando Martínez Cuervo, Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (SEEGG), y presidido por Lourdes Bermejo, coordinadora del Grupo de Trabajo Educación Gerontológica de la SEEG.
Los galardonados podrán disfrutar de un viaje guiado a Suecia, el país pionero en la atención a personas mayores, para conocer en primera persona los centros y terapias más innovadoras.
Diez finalistas que promueven las buenas prácticas alimentarias
Además, de los dos ganadores, entre los proyectos presentados se han seleccionado diez finalistas que recogen buenas prácticas para mejorar la salud y el bienestar de los pacientes a través de la alimentación. Desde proyectos de cocina inclusiva, que fomentan la inquietud de la cocina como factor integrador, talleres de cocina, actividades como repostería solidaria o sesiones intergeneracionales para recuperar tradiciones culinarias y socioculturales y transmitirlas generación tras generación.
Una gran mayoría de los proyectos implican también al entorno y abordan la alimentación desde una visión integradora. Las prácticas presentadas recogen actividades como la elección de las recetas por parte del usuario, la organización de jornadas gastronómicas, salidas al mercado, estancias colectivas en una casa rural para personas o diversas experiencias lúdicas que tienen como eje la alimentación. Se han destacado también iniciativas como la elaboración de menús texturizados a través de la alta gastronomía para hacer más atractivos los menús para personas con problemas de deglución o talleres de comida para personas con dificultades sensoriales (visión, audición, tacto u olfato) para hacer de la comida un estímulo gratificante, o la creación de un libro de recetas donde se potencia la capacidad de recordar y compartir experiencias.
