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El uso de terapias avanzadas para la reducción del temblor como ResoFus ayuda a disminuir el grado de discapacidad y mejorar la calidad de vida del paciente, reduciendo los costes directos e indirectos la enfermedad de Parkinson.
Actualmente, al menos 300.000 pacientes padecen de párkinson en España lo que la convierte en la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, solo por detrás de la enfermedad de Alzheimer. La enfermedad de Parkinson tiene un gran impacto en la calidad de vida del paciente y un gasto sociosanitario de hasta más de 17.000€ anuales por paciente, cifra que se verá incrementado debido al envejecimiento de la población, según la Fundación del Cerebro.
La severidad de la enfermedad y el grado de discapacidad ocasionado tanto por síntomas motores como no motores contribuyen notablemente al incremento de los costes, tanto directos como indirectos derivados de la enfermedad de Parkinson. El gasto farmacológico es el que supone una mayor carga económica para el sistema sanitario, ocupando el 34% de los gastos directos[1]. De este gasto farmacológico, el 83% es destinado a fármacos dopaminérgicos u otros que pudieran estar indicados para la reducción del temblor. En este sentido, el uso de terapias avanzadas para la reducción del temblor como ResoFus no sólo supone menos gastos asociados a tratamientos farmacológicos, sino que al disminuir el grado de discapacidad y mejorar la calidad de vida del paciente también se reducen los costes indirectos e intangibles, como por ejemplo los derivados de las visitas médicas, las terapias complementarias, el transporte o los servicios de cuidadores.
A pesar de que el mayor número de casos son diagnosticados en pacientes entre 60 y 70 años, la mayor incidencia en los hombres es entre los 70-74 años, mientras que en las mujeres aumenta progresivamente hasta los 85 años, según la Fundación del Cerebro. “Pese a estas cifras de incidencia, actualmente los pacientes de edades elevadas no son candidatos a la cirugía convencional, por los riesgos que conllevan las operaciones craneales abiertas, y sus opciones de tratamiento se ven reducidas al tratamiento farmacológico”, explica el Dr. Francesc Valldeoriola, neurólogo consultor de Centro Médico Alomar especializado en párkinson y trastornos del movimiento y miembro de la International Parkinson’s Disease and Movement Disorders Society. “Al ser una técnica no invasiva, ResoFus puede ser una opción para los pacientes con temblor esencial fármaco-resistente o para pacientes de elevada edad que actualmente no son candidatos a cirugía convencional por los riesgos que conllevan las operaciones craneales abiertas”, explica el especialista.
ResoFus Alomar consigue reducir el temblor en un 80% -alcanzando en algunos casos una reducción del 98%- mediante el uso de ultrasonidos focalizados combinados con imágenes de resonancia magnética en tiempo real, lo que permite una precisión nanométrica y un gran control en comparación con la radiofrecuencia o la estimulación cerebral profunda.
Los ultrasonidos focalizados reducen el riesgo de infección postoperatoria, la lesión de áreas no deseadas o formación de tromboembolismos, hecho que convierte a ResoFus en la opción terapéutica más recomendable para pacientes de edad elevada y pacientes con temblor resistente a fármacos. Además, al ser un tratamiento ambulatorio, el paciente no tiene necesidad de pasar por quirófano y se recupera rápidamente.
ResoFus está disponible en el Centro Médico Alomar desde 2014 y desde entonces más de 70 pacientes nacionales y extranjeros han sido tratados, ayudándoles a mejorar su calidad de vida, incluso aquellos que ya habían perdido la esperanza por presentar un temblor resistente a fármacos.