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El acuerdo firmado por las dos instituciones contempla el avance en el abordaje de la alimentación/nutrición con una naturaleza preventiva: desde los protocolos de control a la formación avanzada de los profesionales que trabajan en los centros residenciales es el eje principal.
Foto de grupo tras el acuerdo firmado por Lares y Nutricia.
El número de personas mayores que viven en residencias en España asciende aproximadamente a 360.000 ancianos. De estos, se calcula que alrededor de 50.000 se encuentran en situación de desnutrición y 190.000 están en riesgo de desnutrición1. El grado de dependencia, el tipo de centro residencial y el entorno son factores que influyen directamente en su grado de desnutrición2. No obstante, en muchos casos, puede no ser diferente cuando viven en su hogar debido a la edad, el entorno y las necesidades inherentes a su situación de dependencia.
La falta de información, de formación específica y de efectividad en los procolos del ámbito sanitario son otras posibles causas. En este sentido, generar pautas y estándares sobre el manejo nutricional de los mal llamados “pacientes institucionalizados” es una imperiosa necesidad. Con este objetivo, Lares y Nutricia Advanced Medical Nutrition, la división de Nutrición Médica Avanzada del Grupo Danone, han firmado un acuerdo de colaboración para definir unos estándares de atención nutricional basados en las mejores prácticas actuales e implementarlos después a través de un modelo asistencial homogéneo para los centros Lares.
Para la directora general de Nutricia Advanced Medical Nutrition, Montserrat Muñoz: “La nutrición es un aspecto esencial en la vida de los ciudadanos, especialmente en el caso de las personas mayores que viven en residencias. Debemos posicionar el control nutricional como un aspecto prioritario en las personas mayores que viven en residencias para fomentar el mantenimiento de la capacidad funcional, evitar la discapacidad y mantener su calidad de vida”.
Por su parte, para Juan Vela, presidente de Lares: “Los centros Lares asumen el compromiso con el buen hacer. No buscamos hoteles de lujo sino hogares con trabajadores de 5 estrellas que abordan las necesidades de los mayores residentes desde la prevención, la formación, la concienciación e intervención. Una buena alimentación requiere el adecuado componente nutricional y la mayor satisfacción en la degustación. El acuerdo con Nutricia nos permitirá seguir avanzando y aprendiendo juntos hacia Buenas Prácticas necesarias también en el ámbito sanitario. Efectivamente hay que posicionar el control nutricional como un aspecto prioritario de la atención a las personas”.
El acuerdo firmado por las dos instituciones, además de crear un grupo multidisciplinar para establececer estándares nutricionales, complementará la formación avanzada en nutrición de los profesionales sanitarios de los centros residenciales de Lares. Estos centros residenciales contarán con asesoramiento in situ de dietistas y nutricionistas graduados, que junto al personal sanitario de los centros Lares velará por el estado nutricional de todos los residentes.
A nivel de porcentajes, según un reciente estudio publicado en la revista Nutrición Hospitalaria, el 30% de las personas mayores que viven en residencias se encuentra en situación de desnutrición y un 49% está en riesgo de desnutrición. Mientras, que según datos de la Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral, el 54,5% de los mayores padecen desnutrición o están en riesgo de padecerla al comenzar a vivir en una institución. La desnutrición entre la población adulta aumenta la probabilidad de sufrir una caída, el nivel de dependencia, el uso de sujeciones en residencias y la aparición de úlceras por presión.
Notas:
1. Vaca Bermejo R, Ancizu García I, Moya Galera D, de las Heras Rodríguez M y Pascual Torramadé J. Prevalencia de desnutrición en personas mayores institucionalizadas en España: un análisis multicéntrico nacional. Nutr Hosp. 2015;31(3):1205-1216.
2. Cuerda, C., et al. (2016). Prevalencia de desnutrición en sujetos mayores de 65 años en la Comunidad de Madrid. Estudio. Nutrición Hospitalaria, 263-269.
