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El ambiente de los espacios cerrados esta hasta cinco veces más contaminado que el del exterior, según un estudio internacional.
Según datos de un estudio internacional sobre calidad del aire en entornos sanitarios, residencias y centros tutelados realizado por la empresa lider en soluciones higiénico sanitarias, PHS Serkonten, la falta de higiene ambiental provoca hasta el 60% de los contagios de enfermedades en estos lugares, tanto a pacientes e internos, como a las visitas y los profesionales que desempeñan en ellos su labor.
La responsable de Calidad, Medio Ambiente y PRL de PHS Serkonten, Gema Priego, afirma que según el estudio, el ambiente en estos espacios cerrados está de media 5 veces más contaminado que el exterior. “Si tenemos en cuenta que un adulto respira aproximaamente 10.800 litros de aire al día; y que los gérmenes que emitimos en un estornudo, por ejemplo, pueden llegar a desplazarse hasta 50 metros, no cabe duda de que la calidad del aire afecta a las personas que viven o trabajan en estos entornos”, afirma Priego.
La experta recuerda que en las residencias, centros de Día y centros tutelados de mayores, “además de las moléculas de olor que hay en otros lugares cerrados y que proceden de las cocinas, baños, etc; hay moléculas de desinfectantes, tratamientos agresivos o de desechos humanos. También, -añade-, hay en el aire compuestos orgánicos volátiles que provienen de la pintura, las alfombras, el suelo, la fibra de vidrio de los aislantes y, por supuesto, todo lo que proviene de la calle y que entra, o bien por puertas y ventanas, o en la suela de los zapatos”. La solución, según la experta, pasa por instalar tecnología de purificación del aire que filtre y capture las partículas y microoganismos contaminantes y para proporcionar "aire puro".
En nuestro país, esta situación unida a un aumento progresivo de la esperanza de vida, una población envejecida y un descenso acusado de la natalidad, genera una carga económica adicional para un sistema de pensiones en quiebra y un sistema de salud cada vez más saturado. Se hace imprescindible por tanto, que además de cumplir estrictamente las normativas referentes a la higiene de manos, utensilios, materiales e instalaciones, se ponga el foco en el aire que se respira en ellos.
Los datos recogidos por PHS Serkonten refuerzan los resultados de diversos estudios previos que constataron que si bien las superficies limpias y desinfectadas consiguen reducir cerca de un 99% el número de microorganismos, si el ambiente no está limpio es insuficiente. “El informe ha revelado que si la higiene del aire no es la adecuada, se transmiten por ejemplo infecciones por rotavirus, que sobreviven en el aire hasta 12 días; y Cándida spp, que puede sobrevivir horas”, señala Priego. Además, un ambiente contaminado afecta a la concentración y la memoria, produce irritación en los ojos y problemas respiratorios. “Patologías muy sensibles todas ellas, en el caso de los mayores”, señala Priego.