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La Asociación Española de Derecho Sanitario celebró el XXIII Congreso Español de Derecho Sanitario, en Madrid los días 20 y 21 de octubre, enla que participó la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).
La gestión de la sanidad en el siglo XXI se caracteriza por la utilización de nuevas herramientas tecnológicas, que aportan mayor agilidad, mejor calidad en la información y, por tanto, un mejor servicio a los pacientes. Las nuevas tecnologías permiten difundir con eficacia medidas para fomentar hábitos de vida saludables y, en general, ampliar una educación que contribuya a promover la salud de los ciudadanos. En cualquier caso, la utilización de las nuevas tecnologías tendrá que respetar los derechos de privacidad y confidencialidad de los pacientes.
Así se ha puesto de manifiesto en la mesa “Big Data y el nuevo Reglamento Europeo de Protección de Datos” que ha tenido lugar en el marco del XXIII Congreso Español de Derecho Sanitario, celebrado en Madrid los días 20 y 21 de octubre. La sesión estuvo moderada por la secretaria general de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), Margarita Alfonsel, quien manifestó que “uno de los retos a los que se enfrenta nuestro sistema sanitario es su transformación digital ya que ésta haría posible servicios de mayor valor añadido, más eficientes y que respondan a las necesidades actuales de los pacientes”.
Fenin no es ajeno a este desafío y considera necesario el liderazgo del Ministerio de Sanidad, al que habría que sumar también la participación activa de todos los agentes del sector y el desarrollo de un plan estratégico consensuado, para promover la implantación de una estrategia nacional. “El proceso de transformación hacia la salud digital requiere de una organización ejecutiva independiente. Para definir, ejecutar y seguir esta estrategia será necesario un Centro Directivo al máximo nivel político dentro del Ministerio. Además, abogamos por la creación de un Centro Nacional para la Salud Digital, como entidad de carácter técnico, y una Comisión Permanente en el seno del Consejo Interterritorial para la Salud Digital que coordine e impulse esta estrategia”, manifestó la secretaria general de Fenin.
Derecho a la privacidad
En apenas cuatro años, el sector sanitario utilizará una cantidad de datos 50 veces superior a la que mueve hoy en día. Las posibilidades que ofrece el Big Data son claves para transformar la actual atención sanitaria ya que ayudará, por ejemplo, a identificar mejor pacientes crónicos en riesgo de descompensación y a tomar decisiones clínicas en tiempo real.
Pero el Big Data sanitario también representa un importante reto jurídico. El nuevo reglamento europeo será de directa aplicación en todos los países de la Unión, sin necesidad de incorporación por los Estados miembros a su ordenamiento interno, y comenzará a aplicarse en mayo de 2018.
En opinión de Dª María Mercedes Serrano Pérez, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Castilla La Mancha, “se hace necesario un equilibrio entre la acumulación masiva de datos sanitarios y la protección de los derechos, entre los avances tecnológicos y la privacidad de los ciudadanos”. Como posibles soluciones planteó una petición de datos moderada, la realización de funciones concretas por parte de los órganos de vigilancia y el principio de transparencia, “que debe englobar desde la solicitud, al título de la investigación y los resultados de la misma”. La ponente además trasladó a la audiencia el riesgo sobre la anonimización de los datos, “conforme avanza la tecnología, la anonimización de datos irreversible desaparecerá ya que habrá alguna tecnología capaz de relacionar de nuevo los datos con la persona que los genera”.
D. José Juan Moratilla Villaverde, business manager Syngo Siemens Healthineers, comentó como el Big Data está transformando la sanidad y es que en este 2016, 4,9 millones de pacientes de todo el mundo usarán dispositivos de monitoreo, más de 16 mil hospitales de todo el mundo recopilan datos de pacientes, pero el 80% de los datos está desestructurado y si su explotación fuera la adecuada, Estados Unidos ahorraría en la actualidad entre 300 y 400 millones de dólares al año. El ponente también manifestó que “los datos en la nube también abren futuras posibilidades de aplicaciones alrededor de datos clínicos y operacionales”. Además añadió que el Big Data en Sanidad, “nos llevará al reto de la medicina personalizada”. Aunque en lo referente a los progresos relacionados con el uso del Big Data, añadió que “estamos en la sanidad del 1.900”.
Por último, D. Manuel Melara,director de Desarrollo de negocio de eHealth en IKUSI, trasladó el caso de éxito de la Unidad de Gestión del Paciente Crónico y Convaleciente del Hospital de Donostia. “Gracias al proyecto de telemedicina “Conecta Crónicos” se han reducido en un 30% las visitas a urgencias, y entre un 47-80% los reingresos. Y esto no es un piloto, ni una prueba de concepto, hablamos de una Unidad de Gestión Clínica de un sistema sanitario desde octubre de 2003”, manifestó Melara quien añadió que la estrategia utilizada en esta app incluye, “multiintervención con marcaje de enfermos, asignación de médico de referencia, enfermera de enlace, teléfono de máxima accesibilidad y seguimiento telemático”.
ES NECESARIO UN EQUILIBRO ENTRE LOS AVANCES TECNOLÓGICOS Y LA PRIVACIDAD DE LOS CIUDADANOSLa transformación digital haría posible servicios de mayor valor añadido, más eficientes y que respondan a las necesidades actuales de los pacientes.Para Fenin, el proceso de transformación hacia la salud digital requiere de una organización ejecutiva independiente. Además, aboga por la creación de un Centro Nacional para la Salud Digital y una Comisión Permanente en el seno del Consejo Interterritorial para la Salud Digital que coordine e impulse la estrategia.Madrid, 24 de octubre de 2016.- La gestión de la sanidad en el siglo XXI se caracteriza por la utilización de nuevas herramientas tecnológicas, que aportan mayor agilidad, mejor calidad en la información y, por tanto, un mejor servicio a los pacientes. Las nuevas tecnologías permiten difundir con eficacia medidas para fomentar hábitos de vida saludables y, en general, ampliar una educación que contribuya a promover la salud de los ciudadanos.En cualquier caso, la utilización de las nuevas tecnologías tendrá que respetar los derechos de privacidad y confidencialidad de los pacientes.Así se ha puesto de manifiesto en la mesa “Big Data y el nuevo Reglamento Europeo de Protección de Datos” que ha tenido lugar en el marco del XXIII Congreso Español de Derecho Sanitario, celebrado en Madrid los días 20 y 21 de octubre. La sesión estuvo moderada por la secretaria general de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), Margarita Alfonsel, quien manifestó que “uno de los retos a los que se enfrenta nuestro sistema sanitario es su transformación digital ya que ésta haría posible servicios de mayor valor añadido, más eficientes y que respondan a las necesidades actuales de los pacientes”.Fenin no es ajeno a este desafío y considera necesario el liderazgo del Ministerio de Sanidad, al que habría que sumar también la participación activa de todos los agentes del sector y el desarrollo de un plan estratégico consensuado, para promover la implantación de una estrategia nacional. “El proceso de transformación hacia la salud digital requiere de una organización ejecutiva independiente. Para definir, ejecutar y seguir esta estrategia será necesario un Centro Directivo al máximo nivel político dentro del Ministerio. Además, abogamos por la creación de un Centro Nacional para la Salud Digital, como entidad de carácter técnico, y una Comisión Permanente en el seno del Consejo Interterritorial para la Salud Digital que coordine e impulse esta estrategia”, manifestó la secretaria general de Fenin.Derecho a la privacidad En apenas cuatro años, el sector sanitario utilizará una cantidad de datos 50 veces superior a la que mueve hoy en día. Las posibilidades que ofrece el Big Data son claves para transformar la actual atención sanitaria ya que ayudará, por ejemplo, a identificar mejor pacientes crónicos en riesgo de descompensación y a tomar decisiones clínicas en tiempo real. Pero el Big Data sanitario también representa un importante reto jurídico. El nuevo reglamento europeo será de directa aplicación en todos los países de la Unión, sin necesidad de incorporación por los Estados miembros a su ordenamiento interno, y comenzará a aplicarse en mayo de 2018.En opinión de Dª María Mercedes Serrano Pérez, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Castilla La Mancha, “se hace necesario un equilibrio entre la acumulación masiva de datos sanitarios y la protección de los derechos, entre los avances tecnológicos y la privacidad de los ciudadanos”. Como posibles soluciones planteó una petición de datos moderada, la realización de funciones concretas por parte de los órganos de vigilancia y el principio de transparencia, “que debe englobar desde la solicitud, al título de la investigación y los resultados de la misma”. La ponente además trasladó a la audiencia el riesgo sobre la anonimización de los datos, “conforme avanza la tecnología, la anonimización de datos irreversible desaparecerá ya que habrá alguna tecnología capaz de relacionar de nuevo los datos con la persona que los genera”.D. José Juan Moratilla Villaverde, business manager Syngo Siemens Healthineers, comentó como el Big Data está transformando la sanidad y es que en este 2016, 4,9 millones de pacientes de todo el mundo usarán dispositivos de monitoreo, más de 16 mil hospitales de todo el mundo recopilan datos de pacientes, pero el 80% de los datos está desestructurado y si su explotación fuera la adecuada, Estados Unidos ahorraría en la actualidad entre 300 y 400 millones de dólares al año. El ponente también manifestó que “los datos en la nube también abren futuras posibilidades de aplicaciones alrededor de datos clínicos y operacionales”. Además añadió que el Big Data en Sanidad, “nos llevará al reto de la medicina personalizada”. Aunque en lo referente a los progresos relacionados con el uso del Big Data, añadió que “estamos en la sanidad del 1.900”.Por último, D. Manuel Melara,director de Desarrollo de negocio de eHealth en IKUSI, trasladó el caso de éxito de la Unidad de Gestión del Paciente Crónico y Convaleciente del Hospital de Donostia. “Gracias al proyecto de telemedicina “Conecta Crónicos” se han reducido en un 30% las visitas a urgencias, y entre un 47-80% los reingresos. Y esto no es un piloto, ni una prueba de concepto, hablamos de una Unidad de Gestión Clínica de un sistema sanitario desde octubre de 2003”, manifestó Melara quien añadió que la estrategia utilizada en esta app incluye, “multiintervención con marcaje de enfermos, asignación de médico de referencia, enfermera de enlace, teléfono de máxima accesibilidad y seguimiento telemático”