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La investigación forma parte del proyecto europeo Optifel, dedicado a la alimentación para personas mayores. El objetivo es evitar la malnutrición y adaptar los productos a las necesidades de este sector de la población.
Según datos del Eurostat, a partir del 2060 el 30% de la población europea tendrá más de 65 años, y 1 de cada 8 tendrá más de 80. El reto, tanto para la industria alimentaria como para la restauración, es desarrollar alimentos y servicios innovadores adaptados a las necesidades nutricionales de las personas mayores.
En este sentido, investigadores del IRTA han trabajado en la elaboración de prototipos de alimentos basados en frutas y verduras que cumplen las especificaciones de utilización y también las funcionales para la gente mayor. Los alimentos que se han desarrollado han sido líquidos, tipo smoothie, y otros de tipo sólidos blandos, como purés y rodajas de manzana de textura blanda. En algunos de estos productos se han añadido proteínas para enriquecerlos, así como también minerales y vitaminas. El desarrollo de estos prototipos ha tenido en cuenta como tecnologías de conservación los tratamientos térmicos convencionales, pero también la aplicación de nuevas tecnologías más respetuosas con las propiedades sensoriales y nutricionales de los alimentos como son la alta presión (HPP) y el calentamiento óhmico.
La investigación ha incluido el estudio del envasado más adecuado ya sea tanto para alargar la vida útil del producto, como desde el punto de vista de facilitar el uso por parte de los usuarios. Además, se han hecho pruebas de producción industrial para poder estudiar la logística de distribución de los alimentos a nivel nacional e internacional y determinar los puntos más conflictivos.
El proyecto europeo Optifel
Estos trabajos llevados a cabo por el IRTA forman parte del proyecto europeo Optifel, que tiene como objetivo desarrollar productos innovadores a base de verduras y frutas para este segmento de la población con tal de que puedan ser autónomos durante más tiempo.
La población objetivo de este proyecto es gente mayor que cocina en casa o utiliza servicios de comida preparada. Los productos elaborados a nivel de prototipo se han caracterizado sensorialmente por parte de un panel de degustadores y los elaborados a nivel industrial se han probado por consumidores (personas mayores en residencias y/o que vive en casa).
En el proyecto, que se encuentra en su fase final, han participado 26 entidades y empresas europeas y ha contado con una financiación de la UE de 3 millones de euros. El centro tecnológico francés INRA ha liderado el proyecto, y en cuanto al estado español, han formado parte el IRTA, la Fundación Alicia y las empresas Casa Mas y Emporhotel.