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Casi la mitad de personas mayores cree que no es necesario utilizar protección en sus relaciones sexuales, según un estudio elaborado por la Asociación Servicios Integrales para el Envejecimiento Activo (Siena) y promovido por Grupo Mémora.
Un 45,5% de las personas mayores de 65 años cree que no debe utilizar medidas de protección a la hora practicar sexo, según los resultados preliminares del estudio “La sexualidad en las personas mayores”, que ha sido elaborado por la asociación Servicios Integrales para el Envejecimiento Activo (Siena), con el apoyo del Grupo Mémora, líder del sector funerario en España y Portugal, presentó en el marco de FiraGran 2016, el Salón de las Personas Mayores de Cataluña, que se celebró en Barcelona entre los días 27 a 30 de abril.
Según una encuesta realizada a más de quinientas personas mayores de 65 años, el 26,3% de los entrevistados considera que el uso del preservativo a la hora de practicar sexo en esta edad “no es necesario”, porque creen que ya son mayores y son personas sanas a nivel de sexual.
Asimismo, el 19,2% de los encuestados opina que el uso del preservativo debe adscribirse únicamente a grupos de gente joven para evitar embarazos no deseados, según los autores del informe, presentado en el salón FiraGran 2016. No obstante, para Sònia Díaz, socióloga y responsable de Siena, enfermedades de transmisión sexual como el sífilis o la gonorrea son relativamente comunes entre la gente de la tercera edad y están experimentando una tendencia al alza.
El estudio también muestra que, contrariamente a los que se acostumbra a pensar, la sexualidad no desaparece durante la vejez; así lo afirman un 62,9% de los entrevistados, siendo los hombres casados los que tienen una actividad sexual más activa.
Según los datos recogidos por la encuesta, uno de cada tres entrevistados afirmó haber tenido sexo en el último mes y el grupo de hombres casados de entre 65 y 70 años es el que más satisfecho está con su vida íntima conyugal.
Para los autores del estudio, uno de los principales retos es enseñar a los mayores que el sexo “va más allá del coito” y debe contemplar otras acciones como los besos y las caricias, porque el 37,5% de los hombres y el 30,8% de las mujeres opinan que el acto sexual se limita a la penetración. Otro de los datos destacados del estudio es el hecho de que existe un elevado grado -pero no mayoritario- de predisposición de los más mayores para seguir hablando y aprendiendo cosas sobre el sexo en la tercera edad.
En este sentido, el 34,6% de las mujeres tiene claro que asistiría a un curso sobre sexualidad y vejez, porcentaje que se eleva hasta el 44,7% en el caso de los hombres.
Sexualidad en la tercera edad
El estudio pretende “desmontar los tabúes” que rodean el mundo de la sexualidad en la tercera edad, según Sònia Díaz, que precisó que existe una brecha generacional entre los mayores, que tienen una mentalidad más abierta en estos temas, y los más mayores.
Asimismo, la responsable de Siena indicó que las personas solteras y viudas son las que viven peor su sexualidad, “porque la asocian al coito”.
Por su parte, la sexóloga Mònica Presta subrayó que “la gente mayor sí que tiene vida sexual, aunque se piense que no es así”, y lamentó que esta cuestión siga incomodando a la sociedad. Asimismo, señaló que los mayores que en su juventud no recibieron educación sexual o incluso fueron instruidos con un mensaje negativo al respeto hoy “no están satisfechos con su vida sexual”, y aseguró que esta actitud acostumbra a transmitirse de forma intergeneracional, “de padres a hijos, y de éstos a sus nietos”.
Por otra parte, Presta abogó por ofrecer más formación sexual a los ancianos: “Que no usen el preservativo es un error que tiene que ver con la desinformación; las enfermedades de transmisión sexual se pueden coger a cualquier edad”.
Respecto a la homosexualidad en la tercera edad, la sexóloga reconoció que sigue siendo un reto y un tabú, y apostó por trabajar más en ese campo.